Entre las personas que fueron enviadas a juicio está la está Lucinda Eva Marina Marroquín Carrillo, subinspectora de la Policía Nacional Civil (PNC), enviada a juicio por los delitos de maltrato contra personas menores de edad, homicidio culposo y lesiones culposas. Según la investigación del MP, Marroquín Carillo era la encargada de tener la llave y se negó a abrir el aula donde sucedió la tragedia.
Los fiscales del MP señalaron que la subinspectora Marroquín dijo: “Que se quemen esas hijas de la gran p… Como fueron buenas para fugarse, quiero ver que sean tan filudas para salirse”.
Según la investigación del MP, pasaron nueve minutos después de que comenzó el fuego, y ante el evidente humo, Marroquín Carrillo decidió abrir la puerta porque tenía la llave del candado que mantenía cerrada la puerta.
Marroquín Carrillo, entre sollozos, escuchó la decisión del juez de enviarla a juicio junto a Brenda Chamán Pacay, Harold Augusto Flores Valenzuela, Luis Armando Pérez Borja y Gloria Castro Gutiérrez.
Estos son los perfiles de las cinco personas enviadas a juicio:
- Lucinda Marroquín Carrillo era subinspectora de la PNC y tuvo las llaves del salón en que se carbonizaron las niñas.
- Luis Armando Pérez Borja, quien era jefe de Operaciones de la comisaría 13 y quien dirigió a los agentes de la PNC que intervinieron la noche previa por las intenciones de escapar que tenían las menores.
- Brenda Chaman Pacay era la supervisora del departamento contra el maltrato del Hogar Seguro Virgen de la Asunción.
- Harold Augusto Flores Valenzuela era el jefe de la Niñez de la Procuraduría General de la Nación.
- Gloria Castro Gutiérrez, defensora de Niñez de la Procuraduría de los Derechos Humanos.
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El MP cuenta con más de 800 medios de prueba entre los que destacan los testimonios de las víctimas, la llamadas telefónicas y los análisis de videos que ubican a los sindicados en el asilo de niños y adolescentes. Uno de los fiscales expuso que tienen 80 gigas en videos y en los cuales se identifica la participación de los procesados.
Por el mismo caso, hay otros tres exfuncionarios que enfrentarán juicio. Anahí Keller, exsubsecretaria de Protección y Acogimiento de la Secretaría de Bienestar Social, por cinco delitos. abuso de autoridad, incumplimiento de deberes, homicidio culposo, lesiones culposas y maltrato contra personas menores de edad.
Además, Carlos Rodas, exsecretario de Bienestar Social, enfrenta cargos de maltrato, homicidio culposo e incumplimiento de deberes, y Santos Torres, exdirector de Hogar Seguro, por abuso de autoridad, maltrato, incumplimiento de deberes, homicidio y lesiones culposas.
La tragedia
El Ministerio Público (MP) en la etapa intermedia relató que el fuego se originó “con una fuente de ignición independiente” en un punto dentro del salón donde fueron encerradas las adolescentes.
“De 8.45 a 9.10 horas ocurre el incendio en el salón ubicado en el área de pedagogía donde se encuentran encerradas las adolescentes”, relataron los fiscales del MP.
Los fiscales resaltaron que de esos 25 minutos que duró el incendio, durante nueve minutos alcanzó una temperatura superior a los 300 grados centígrados.
“Las personas estuvieron expuestas durante alrededor de nueve minutos a una temperatura superior a los 300 grados centígrados y con menos del 21 por ciento de oxígeno necesario, con lo cual las probabilidades de sobrevivir eran mínimas”, concluyó el MP.
Además, el MP señaló que el día de la tragedia en el Hogar Seguro se incumplieron reglas básicas de seguridad establecidas en normativas de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).
De acuerdo con la fiscalía, las autoridades de la Secretaría de Bienestar Social se retiraron del centro a las 2.40 horas del pasado 8 de marzo y delegaron en la Policía Nacional Civil (PNC) el cuidado de los menores y del Hogar Seguro.
Un día antes, habían escapado 60 adolescentes del Hogar Seguro, lo cual hizo necesaria la presencia de las fuerzas de seguridad, y se originó una protesta en el centro. Posteriormente, un grupo de adolescentes fue encerrado en uno de los salones que eran utilizado para impartir clases.
Con base al testimonio de una adolescente que sobrevivió a la tragedia, una de sus compañeras prendió fuego a las colchonetas, de unas cinco pulgadas de grosor, que eran las que utilizaban para dormir. Los peritajes indicaron que el 90 por ciento de las colchonetas se quemaron.
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