Los técnicos acudieron al lugar a las 19 horas del 17 de marzo pasado, tres horas después que el último visitante se retiró y los guardias habían notado que faltaba un reo del sector 3 cuando hicieron el conteo.
“La investigación ya se inició. El Ministerio Público procesó la escena desde el domingo hasta el lunes que finalizó aproximadamente a las 7 horas”, informó Julia Barrera, portavoz del MP.
Entre los indicios están las grabaciones de las ocho cámaras que están en los accesos y áreas perimetrales en la cárcel que tiene a 240 internos, aunque su capacidad es de 130.
Como parte de la investigación, los agentes del MP conversaron con varios reos, quienes aportaron información acerca de la última vez que vieron a “Jan”, como le decían.
Silencioso
Uno de los investigadores informó que Sánchez Meneses tenía pocas visitas. “Sabemos por algunos reos que era un tipo muy callado. Casi no hablaba con nadie y se mantenía retirado de los demás”, explicó.
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Otro de los reos les detalló a los detectives que Sánchez ni siquiera les había dicho que sabía pilotear avionetas.
El fiscal de Extradiciones del MP, Donato García, reveló que, de acuerdo con las investigaciones de la Administración para el Control de Drogas (DEA en inglés), se identificó a Sánchez Meneses como piloto de un avión que habría transportado cocaína de Venezuela a Guatemala, y que era parte de una organización que trasegaba droga desde Sudamérica para llevarla a Estados Unidos.
En marzo de 2014 fue el copiloto de un avión que voló de Guatemala hacia Apure, Venezuela, con el propósito de recoger mil kilos de cocaína. La operación falló porque las fuerzas policiales de aquel país interceptaron el cargamento.
Sin embargo, ya en el 2014 y 2015, Sánchez Meneses había hecho dos viajes con éxito transportando droga en la cola de las aeronaves. El proceso de extradición estaba dentro del plazo de los 40 días a la espera de que el gobierno de Estados Unidos remitiera los documentos para completar el trámite.
Alcaide trasladado
El alcaide Edgar Ernesto Godoy Soto, de 26 años, fue quien avisó a la Policía Nacional Civil (PNC) acerca que “hacía falta” un reo después del conteo del domingo pasado a las 18 horas.
Durante la investigación, Godoy Soto fue trasladado a otro penal por disposición de la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP), que dirige Camilo Morales. El fin de semana que se escapó “Jan” había 70 guardias, cuyas identidades, así como su perfil, ya los tiene la Fiscalía para determinar si existió alguna complicidad.
De acuerdo con Presidios, Sánchez no tenía el perfil de reo en situación de vulnerabilidad para estar en Mariscal Zavala, sino más bien en un perfil de alta peligrosidad, pero quien decide a quién remiten ahí es los jueces, a solicitud del MP.
Desde enero
Sánchez Meneses ingresó a la cárcel militar el 15 de enero pasado después de haber sido detenido en la 9a. avenida 1-23 colonia Lourdes, zona 17. Las autoridades especificaron sus características: Tez morena clara, boca mediana, tiene tatuajes, utiliza barba completa, estatura de 1.68 metros, labios medianos, cabello lacio y ojos oblicuos medianos.
La Interpol ya fue alertada acerca de la fuga, así como las fronteras con la descripción de “Jan”.
El Tribunal Quinto Penal, que preside Adán García, procesó a Sánchez en enero pasado, después de revisar los indicios de la Fiscalía.
Durante la audiencia el fiscal recordó que Jeankarlo Alexander Sánchez Meneses es sindicado de conspiración para la distribución de cinco kilogramos o más de cocaína en un avión registrado del país americano, dicho acto es una violación al Epígrafe 21, del código de Estados Unidos emitida el 12 de julio de 2016 en el Tribunal de Distrito del Estado de Virginia.
Cárcel de exfuncionarios
Entre los internos que permanecen ahí figuran varios de los procesados por el caso de defraudación aduanera conocido como La Línea, cuyas investigaciones provocaron la salida antes de tiempo de los mandatarios Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti.
También se encuentra el exministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, quien fue condenado a seis años de cárcel por el caso conocido como Blindados, en el cual autorizó la renta de manera fraudulenta de varios vehículos de ese tipo para funcionarios públicos.
El acuerdo ministerial 557-2015 es el que rige actualmente las funciones de la cárcel de Mariscal Zavala que antes era exclusiva para militares.
En el 2015 recibió a los primeros reclusos civiles. De acuerdo con el artículo 3 de dicho acuerdo, en esa prisión serán recluidas las personas civiles o militares cuya seguridad y vida presente eminente riesgo.
Cuenta de dos grandes módulos, el A que está designado para internos hombres, un máximo de 114, que guarden prisión preventiva, y el B, para 21 personas, hombres o mujeres, que estén pendientes de brinda su primera declaración.
Aunque en el 2016 Prensa Libre publicó una nota que mostró ciertas facilidades para ingresar a ese centro de detención, Presidios aseguró que hoy en día no tiene menos restricciones que el resto de las cárceles del país.
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