El otro lado de La Línea
“A criterio de su servidor, existe probabilidad relacionada con el señor Otto Fernando Pérez Molina y la señora Ingrid Roxana Baldetti”, expresó Gálvez.
El fallo agrega que Salvador González, alias Eco, fue el enlace entre los líderes de La Línea, los operadores y los funcionarios de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).
La Línea fue catalogada por el juez Gálvez como una “compleja estructura organizada” en las aduanas del país.
¿Cuánto dinero? No se sabe
“Debido a las formas de operar de la organización criminal ha resultado imposible determinar su verdadero monto”, indicó el juez Gálvez para resaltar que hasta el momento no se sabe a cuánto asciende el dinero producto la defraudación que La Línea hizo al Estado guatemalteco.
Las investigaciones contra la estructura comprenden el periodo de mayo de 2014 a abril de 2015. Estaba conformada por una “cantidad considerable” entre particulares y funcionarios.
Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti
Según la resolución del juez Gálvez, a mediados de 2013 ambos actuaron de mutuo acuerdo para encomendar la organización de la estructura que se encargaría de la recolección de sobornos en las aduanas.
En el segundo semestre de ese año, Baldetti se reunió con Eco para que se hiciera cargo de sus negocios, y posteriormente fue convocado de nuevo por la ex vicemandataria, pero ahora en conjunto con Juan Carlos Monzón Rojas, para que se reuniera con Pérez Molina.
En principio hablaron sobre temas relacionados con la SAT, pero el verdadero objetivo de la reunión con el exgobernante era planificar el control externo de las operaciones en las aduanas Puerto Quetzal, Santo Tomás de Castilla y la aduana Central.
Después, con mediación de Baldetti y Monzón Rojas, el exmandatario Pérez Molina organizó otro encuentro con Eco para presentarlo con Carlos Muñoz, en ese entonces jefe de la SAT, con lo cual dio inicio la conformación de La Línea.
“La dirección, supervisión y control que Pérez Molina ejercía a través de Eco y otros funcionarios de la SAT, con el acuerdo de Baldetti, son los que permitieron e indujeron que la organización delictiva recaudara sobornos en perjuicio de la administración tributaria”, dijo Gálvez.
Baldetti acumuló un patrimonio económico de Q5.5 millones de mayo a octubre de 2014, que no correspondía con su salario como vicepresidenta, y hasta el momento no ha justificado su procedencia.
Claudia Méndez
A mediados de 2013, la ex Intendente de Aduanas se aprovechó de su puesto para permitir la operación de la estructura.
Se reunió con Eco y Osama Aziz Aranki para coordinar los cambios de funcionarios en las aduanas solicitados por los líderes de la estructura externa.
Los nuevos nombramientos fueron para hacer los cobros anómalos en las rampas y la recolección de los sobornos, de los cuales entregaban el 61 por ciento a Eco. Este se quedaba con un porcentaje y el resto lo entregaba a Juan Carlos Monzón para repartirlo a los demás integrantes de La Línea.
Con el cambio de Carlos Pinzón, exjefe de Recursos Humanos de la SAT, el porcentaje que le correspondía fue agregado a Juan Carlos Monzón.
Gálvez señaló que la actuación de Méndez fue indispensable para el funcionamiento de la estructura, ya que nombró personal que actuarían a favor de La Línea en las aduanas.
Méndez indujo al gerente de Recursos Humanos de la SAT para nombrar administradores técnicos aduaneros, supervisores y verificadores. También cambió mandos medios, como jefe regional y jefe de operaciones, puestos claves para que La Línea operara.
También influyó en la sustitución de Carlos Muñoz, con quien no podía trabajar en confianza y él podría entorpecer las operaciones de la estructura.
La exfuncionaria recibió el 18 de julio de 2014 un cinco por ciento del total de la recolección de los sobornos, dinero que le fue entregado a través de Eco y Monzón Rojas. A Eco también le solicitó que le ayudara en la entrega de camionetas que serían adquiridas por la SAT.
Carlos Muñoz
Enfrentará juicio únicamente por asociación ilícita. Tuvo conocimiento de la organización y no hizo nada por evitar involucrarse o denunciarlo. Terminó siendo un enlace con otros miembros de La Línea.
“Con una de esas cosas porque no se hace un lado y deja todo”, le dijo Gálvez.
Sus acciones dentro de la SAT beneficiaron a varios funcionarios aduaneros, sin los cuales no hubiera sido posible la operación de la estructura y él lo sabía.
Se reunió con el enlace y jefe de la estructura externa y convino trabajar a favor de La Línea.
Omar Franco
El también exjefe de la SAT se reunió a mediados de 2014 con altos mandos de la estructura externa, a quienes les manifestó su intención de pertenecer a la organización criminal.
Recibía mediante Juan Carlos Monzón el 5 por ciento de los sobornos. “Permitió e indujo a la defraudación aduanera”, señala la resolución.