Justicia

Exguardaespaldas de Muadi revela cómo se habría fraguado la red de plazas fantasma en el Congreso

En la continuación del juicio Plazas Fantasma se reprodujo la declaración de un testigo que relató cómo Pedro Muadi, siendo presidente del Congreso, supuestamente orquestó un caso de corrupción.

El expresidente del Congreso de la República Pedro Muadi reniega la declaración del testigo del Ministerio Público en el juicio en su contra. (Foto Prensa Libre: Fernando Cabrera)

El expresidente del Congreso de la República Pedro Muadi reniega la declaración del testigo del Ministerio Público en el juicio en su contra. (Foto Prensa Libre: Fernando Cabrera)

Un ex guardaespaldas del expresidente del Congreso Pedro Muadi, en declaración en anticipo de prueba, relató a la Fiscalía Especial contra la Impunidad (Feci) del Ministerio Público (MP) cómo fueron involucrados en el caso de corrupción denominado Plazas Fantasma.

La declaración duró 35 minutos y coincide con señalamientos que efectúa la Feci en el debate contra Muadi.

El testigo expuso que el entonces presidente del Congreso contrató un cuerpo de seguridad de la empresa Grupo SIS que recibían un sueldo de Q5 mil por parte de esa compañía.

Según la declaración del testigo, el propietario de la empresa eligió al personal que resguardaría a Maudi y uno de ellos se convirtió en allegado del expresidente del Legislativo, este fue quien se encargó de informarles de las decisiones del expresidente del Congreso.

El ex guardaespaldas relató que cuando Muadi asumió como presidente del Congreso se les ofreció un aumento salarial y abrieron cuentas bancarias, luego fueron a firmar contratos en el Legislativo, pero los contratos eran de Q8 mil y de ese pago solo recibieron Q2 mil mensual.

“Se nos dijo que cuidaríamos a una persona muy importante del Estado y que íbamos a recibir una especie de curso extra o recomendaciones que nos iba a dar don Dani, que era el dueño de la empresa, a un grupo que habían elegido, entre ellos el señor Blanco. Llegó don Dani y nos dijo que habíamos sido elegidos para cuidar a una personalidad y que quería lo mejor, porque es un gran amigo, dijo don Dani”, recordó el ex guardaespaldas.

El testigo dijo: “entonces se nos informa que esa persona era el señor Pedro Muadi que había sido electo presidente del Congreso y en ese momento todos nos sentimos muy satisfechos y orgullosos porque íbamos a cuidar a una personalidad del Estado”.

Explicó: “En enero -de 2013- se me informa que sería apartado de él -Pedro Muadi- porque era de confianza y que me iba a quedar trabajando con el hijo y la familia”.

Surgen las plazas

En la declaración, el testigo señala a otro trabajador de la empresa de seguridad como el “hombre de confianza” de Muadi, ese empleado fue el que anunció un bono salarial extra.

“El señor José Estuardo Blanco que era el que nos dirigía y asignado por la empresa era el número uno, el de confianza. Cualquier instrucción que recibíamos de Blanco venía de Pedro Muadi. Se nos informó que íbamos a recibir una gratificación económica por lo difícil que era la tarea con ellos y que nos merecíamos un incentivo económico aparte del salario que recibíamos de la empresa de seguridad”, relató el testigo.

Cuando se anunció el aumento a los guardaespladas no se les especificó el monto, señaló.

“No se nos dijo cuánto – era la retribución de dinero -, solo que era una cantidad mensual. Todos nos pusimos contentos por recibir un dinero extra, transcurrió el tiempo y no recibimos notificación y un día Blanco nos dice: hay que abrir cuentas bancarias porque ahí les depositarán el dinero. Con un compañero expusimos que porque no usábamos las cuentas bancarias que ya teníamos y Blanco dijo que no porque tenía que ser en el banco o cuentas que don Pedro dijo”, aseguró el testigo ante la fiscalía.

El ex guardaespaldas expuso que recibieron órdenes de ir a la empresa a abrir las cuentas bancarias y la sospecha surgió porque no hicieron ese proceso en una agencia bancaria.

“Nos presentamos a la empresa y se nos dio la papelería de un banco y proseguimos a abrir las cuentas, firmamos. Yo esperaba en qué momento me darían la chequera y la tarjeta, un día el señor Blanco nos dijo que el dinero ya estaba y que lo teníamos que ir a recoger en efectivo a la empresa”, recordó el ex guardaespaldas.

En la declaración el testigo explicó que cada mes recibieron Q2 mil y que “el señor Blanco, por órdenes de Muadi, aseguró que había que ir a firmar unos contratos al Congreso por unas plazas que iban a haber”, y mientras se escuchó ese señalamiento, Muadi, en la sala del tribunal, renegó.

En la declaración a los fiscales el testigo reveló a los fiscales que vio los contratos y se sorprendió por el monto salarial y lo que recibían: una diferencia de Q6 mil.

“Fui a Recursos Humanos -del Congreso- y ya estaban los contratos, procedía a leer un documento y decía que el contrato era por Q8 mil y procedimos todos a firmar y nos comentábamos. Ese mismo día fuimos a la Seguridad Parlamentaria y nos entregaron los carné”, indicó el ex guardaespaldas.

El relato del testigo menciona una “donación” que hizo Muadi al equipo de seguridad.

“En Navidad se nos informa que había una gratificación extra, nos van a dar un aguinaldo dijimos. Eran Q2mil más Q1 mil que don Pedro Muadi había hecho el favor de donarnos por el trabajo que realizábamos. Ese fin de año recibimos los Q3 mil”, dijo el testigo.

“Cuando el señor Muadi iba a dejar la presidencia del Congreso empezamos a preguntarnos qué iba a pasar, entonces fue cuando nos informó el señor Blanco que Muadi tiene intención de meternos al Congreso y que ellos habían procedido a firmar unos contratos en el Congreso en el renglón 011 de los cuales no sabíamos nada”, indicó.

El exguardaespaldas reveló: “Se nos informó el 27 de diciembre -de 2013- que debíamos de renunciar de la empresa SIS y el señor Blanco dice que don Pedro quería que renunciáramos, y lo hicimos, entregamos el equipo. Nos dirigimos después a trabajar en el Congreso y allá se sorprenden cuando dijimos que íbamos de parte del señor Muadi a tomar posesión de nuestra plaza y se nos da el carné y empezamos a trabajar”.

El testigo indicó en la declaración que Arístides Crespo, al asumir la presidencia del Congreso, le anuló los contratos para 2014.

La defensa de Muadi reprochó los audios reproducidos por el MP en el debate argumentando que son de fecha distinta a los ofrecidos. Además, que el audio que se escuchó como parte de una “colaboración especial” fue fijada para una semana más tarde.

Por esa razón la defensa de Muadi considera que cuando declararon los testigos aún no eran colaboradores.

La versión de Muadi

Muadi concedió una entrevista a Prensa Libre fuera del debate y argumentó que a él no se le acusa de tener plazas fantasma sino por haber “consentido plazas”.

El expresidente del Congreso aseguró que es el único caso de ese tipo en el que se acusa a alguien por consentir plazas fantasma y afirmó que “la persona que tenía las plazas fue condenada en 2016”, en referencia a José Estuardo Blanco Aguilar, quien fungió como su jefe de seguridad del exlegislador, y Claudia María Bolaños Morales, quien fue su secretaria.

En relación al testigo que le relató su versión a la Feci, Muadi expuso: “Nunca estuvo en el Congreso, así lo dijo él -el ex guardaespaldas-, ni con mi persona, sino estaba con mi familia que no tenía que ver con mi labor como presidente del Congreso, él estuvo conmigo en el 2013 y fue el único año que tuve seguridad”.

Según Muadi, el ex guardaespaldas que se convirtió en testigo de la Fiscalía fue despedido del Congreso en el 2014, cuando Arístides Crespo asumió como presidente del Legislativo. Además, señala al testigo del MP de ser extorsionista y pandillero.

“Fue despedido -el ex guardaespaldas- en enero de 2014 por Arístides Crespo porque no reunía los requisitos que exigían a los guardias parlamentarios. Cuando lo despidieron del Congreso el señor -el testigo del MP- se dedicó a extorsionar”, sostiene Muadi.

El expresidente del Legislativo recriminó: “Se volvió extorsionista -el ex guardaespaldas – y la extorsión llegó a tal punto que él se presentaba a mi oficina a extorsionarme con Q50 mil, que era lo que él quería porque eso consideraba que le correspondía porque lo habían despedido del Congreso”.

Muadi prosiguió: “Cuando llegó a extorsionarme también pude notar por qué llegó sin chumpa, el señor pertenecía a una mara, el señor era un marero extorsionista y como me negué a pagar la extorsión el señor se molestó. Llegó armado a mi oficina a amenazarme, lo que hacen los extorsionistas, y cuando vio que no le funcionó amenazó con denunciarme”.

El expresidente del Congreso dijo que el ex guardaespaldas fue al MP a denunciarlo y la Fiscalía Especial contra la Impunidad “aprovechó y sin ningún tipo de ética lo utilizaron para hacer la declaración” que se reprodujo esta semana en el juicio.

Muadi insiste en que la declaración de este testigo “está llena de contradicciones” y que “lo prepararon”, por lo que asegura que nada de lo que reveló es cierto.

“Es inconcebible para mí que la Feci utilice a ese tipo de gente como colaboradores eficaces, un marero extorsionista es un colaborador eficaz para la Fiscalía contra la Impunidad”, criticó Muadi.

El expresidente del Congreso también cuestionó que la declaración del ex guardaespaldas se brindó cuando no había firmado un convenio de colaboración con el MP y que en el juicio se pretenda usar como medio de prueba.

Muadi y el ex aguardaespaldas coinciden en que el contrato se rescindió cuando Crespo asumió como presidente del Congreso en enero de 2014. La extorsión Muadi no la denunció por miedo a represalias.

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