Según las autoridades de El Salvador, la estructura criminal estaba conformada por pescadores artesanales que mantenían conexiones con guatemaltecos y colombianos que actuaban indistintamente para los cárteles mexicanos, especialmente para el de Sinaloa, cuyo máximo líder es Joaquín el Chapo Guzmán, quien actualmente esta encarcelado en Estados Unidos, que lo procesa por narcotráfico.
En febrero último, cuando fue capturada Posada, la Policía salvadoreña informó que “los cargamentos -que podían sumar unos 500 kilos de coca semanales- provenían de Ecuador y cruzaban el Pacífico salvadoreño, donde los lancheros artesanales se ocupaban del abastecimiento de combustible de las lanchas rápidas, así como también del traslado de los cargamentos hacia Iztapa en Guatemala”.
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“Claudia Pamela Martínez Posada -conocida como la Gringa- comenzó sus pasos por la televisión salvadoreña en 2008 en el programa Star Channel, donde presentaba espacios de entretenimiento nocturno musical como el Top 23, Star Night y el vespertino Starmómetro. Luego, en 2011, pasó a formar parte del staff del programa El Sótano. Posteriormente, en 2014, se integró a radio La Urbana”, consigna en un artículo La Prensa Gráfica.
En febrero del 2017, un testigo clave brindó a la fiscalía salvadoreña detalles sobre la relación de la expresentadora y el Fantasma, al relatar sobre una fiesta de cumpleaños celebrada en Antigua Guatemala para el capo.
“Al llegar a la fiesta, Monroy se sentó junto a su círculo de confianza conformado por su hermano Aldo, la expresentadora salvadoreña Pamela Posada y varios pescadores artesanales-, Ana Lucrecia Muñoz, una mujer conocida como “Cinthia”, quien era la pareja del Fantasma, y sus dos hijos”, dijo.
Como souvenir de la fiesta, los organizadores repartieron billetes falsos y gorras negras que tenían bordada al frente una calavera, la mención “El Fantasma” y otras que tenían las siglas “M3”, para recordar otro alias de Monroy.
El testigo aseguró que esa noche la fiesta se prolongó hasta las 2, hora en que los invitados fueron movilizados hacia un hotel cercano al lugar donde fue la fiesta, en donde pasaron el resto de la madrugada.
Un documento del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), citado por la agencia EFE, señala que los carteles mexicanos trasladaron en los últimos años a Centroamérica el 90 por ciento de sus operaciones relacionadas con el tráfico de cocaína hacia EE.UU., gracias a las alianzas que tejieron con las pandillas locales.
De hecho, el 90 por ciento de la coca que llega a Estados Unidos pasa por Centroamérica, según datos del 2015 del Departamento de Estado.
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