De acuerdo con las autoridades “los nombramientos representan un paso fundamental hacia el fortalecimiento de las estrategias establecidas en el plan de trabajo del presidente Bernardo Arévalo para el período 2024-2028”.
En el caso de Vela López no es nuevo en dependencias del Mingob. Ya fue funcionario durante el gobierno de Jimmy Morales.
El 26 de abril de 2018 fue juramentado por el ministro Enrique Degenhart como titular de la Dirección General de Servicios de Seguridad Privada (Digessp) en sustitución de la América Estrada.
Además, de acuerdo con su hoja de vida, entre 2012 y 2013 fue asesor del viceministerio de seguridad del Mingob cuando el titular era Mauricio López Bonilla.
En 2009 y 2011 fue jefe de seguridad del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS).
Entre 2008 y 2009 fue jefe de seguridad del fiscal general y jefe del Ministerio Público (MP) Amílcar Velásquez Zarate.
Antes de ocupar este puesto también fue encargado planificación en el área de seguridad de Montana Exploradora.
Sus inicios en el ámbito estatal fueron entre 2004 y 2006 como encargado del área administrativa de la Secretaría de Asuntos Administrativos y Seguridad de la Presidencia de la República (SAAS).
El presidente Bernardo Arévalo, durante la presentación de las unidades de la Policía Nacional Civil (PNC) y el SP, aseguró que en el tema de presidios harán una “reforma muy de fondo porque el foco de gran parte de los problemas de inseguridad en el país se debe a la corrupción y a las deficiencias de este sistema”.
Cosas por hacer
Para el analista en temas penitenciarios, Eddy Morales, uno de los grandes problemas que ha tenido presidios en los últimos años “son los niveles de corrupción que se han elevado a porcentajes inimaginables”.
“Se ha deteriorado no solo en el hacinamiento, sino en la vinculación de personal con los reclusos, e, incluso hasta con directores de prisiones del país”, asevera Morales.
El especialista añade que esta situación ha hecho que las autoridades pierdan “el control del SP y han debilitado la institucionalidad”.
Dirección General de Servicios de Seguridad Privada
Es por eso por lo que Morales, que también fue director del SP, sugiere que lo “primero que habría iniciar es una depuración del personal”.
“Definitivamente el personal que esté vinculado con la corrupción debe salir de la institución. Uno de los grandes problemas de presidios es la corrupción. Es el primer desafío que tiene el nuevo director del SP”, explica Morales.
Luego, añade, se debería de contratar nuevo personal, pero procurar que la selección sea la adecuada en todas las áreas, la operativa y administrativa.
“Cuando ya esté su equipo, las nueva autoridades deberán enfocarse en fortalecer una verdadera reforma del SP, a profundidad”, opina.
Está consiente que es urgente que se “retome la Política Nacional de Reforma Penitenciaria para darle el ordenamiento que necesita porque en los últimos años recientes ha sido un desastre”.
Para Morales, al lograr hacer eso, se debería de retomar “el control de los centros penales del país. “Luego trabajar sobre la clasificación de reclusos, tratando la manera de concentrar a aquello que tienen un perfil criminal alto”.
“Se debe, de inmediato, separarlos, para que no continúen extorsionando y cometiendo otros hechos delincuenciales a la ciudadanía desde las prisiones”, expone.
Si se alcanza este objetivo, se debe “empezar a buscar la manera de implementar un programa efectivo de rehabilitación basado en trabajo y estudio”.
La infraestructura, que no es inmediato, evidentemente, pero sí importante, dice Morales, se debe empezar a generar algún tipo de forma para que se construyan nuevas infraestructuras en el SP.
Esto serviría para controlar el hacinamiento, que sigue entre el 350 y 400 por ciento. “Este flagelo dificulta el control y limita procesos de rehabilitación, incide en la salud mental y física, aumenta la incidencia de hechos violentos”, señala el especialista.
“Es una tarea titánica el SP, pero se le debe prestar atención para lograr un cambio verdadero”, reflexionó.