En septiembre recién pasado, Zulma Calderón, jefa de Supervisión de Hospitales de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), informó que la bacteria Serratia marcescens —según las investigaciones— afectó a los menores porque estaba presente en soluciones salinas y mixtas que ingresaron al torrente sanguíneo de estos.
Tras los historiales
Ayer, fiscales secuestraron los historiales clínicos de los niños fallecidos y de 25 que fueron reportados infectados.
La mencionada bacteria puede causar conjuntivitis, queratitis e infecciones en heridas, riñones y vías urinarias, y en otros casos, infecciones respiratorias, endocarditis y meningitis, se informó.
Las pesquisas pretenden determinar si la bacteria causante de la muerte de los menores se reproduce en lugares húmedos.
Las investigaciones preliminares arrojan que había algunas cajas de sueros dañadas por la humedad y que pudieron haberse contaminado de la bacteria, lo cual. hasta ahora, es solo una presunción.
El medicamento no está vencido, explicaron fuentes cercanas a la investigación.
El Instituto Nacional de Ciencias Forenses analizará los componentes de los sueros y el Laboratorio Nacional de Salud determinará la presencia de contaminantes, de acuerdo con los nuevos requerimientos de la Fiscalía.
Calderón confirmó, por medio del monitoreo de la PDH, que ayer fueron trasladadas soluciones salinas al Laboratorio Nacional de Salud porque se hará un nuevo análisis.
Los menores fallecieron entre abril y septiembre últimos. Una de las muertes incluso ocurrió después de que fue presentada una denuncia anónima, el 22 de agosto, en la PDH.
La Fiscalía trata de establecer las identidades completas de las cuatro víctimas mortales. No se descarta la posibilidad de una exhumación, afirmaron los entrevistados.
Durante una revisión preliminar, a los fiscales les llamó la atención una compra “bastante grande” de sueros efectuada por el Hospital, sin aparente justificación.
En un comunicado emitido el viernes anterior por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) se confirma que la comisión integrada para determinar la causa de la muerte de los niños investigará la adquisición de los insumos.
De acuerdo con el comunicado, “se realizó una compra alta de insumos desde hace dos años. Se solicitó el libro de actas del comité de farmacovigilancia para determinar cuáles fueron los criterios técnicos que condicionaron la compra de estas soluciones”.
Los fiscales encontraron un acta en la que se restringió el uso del suero de manera temporal, a raíz de las denuncias, pero luego se autorizó su uso.
El 12 de septiembre último, el Laboratorio Nacional de Salud informó que de un muestreo de 35 soluciones ninguna presentaba signos de contaminación.
Pesquisa en marcha
Fabiola Fong, directora del Hospital Infantil de Infectología, afirmó que se entregaron al MP los expedientes con la identidad de los niños fallecidos.
Las edades de las víctimas oscilan entre siete meses, 1, 5 y 12 años, detalló Fong.
Todos los niños presentaron cuadros de fiebre, aunque las condiciones en que la bacteria los atacó fueron distintas y dependió de las enfermedades que cada uno padecía. Algunos tenían neumonía; otro, una enfermedad hepática, agregó.
Para agilizar las pesquisas se integraron cinco mesas de trabajo, según la comunicación oficial del MSPAS.
La primera mesa se encargará de la auditoría médica, revisará las papeletas de los pacientes que fueron infectados y “específicamente de los pacientes a los que se les atribuye la muerte por infección de la bacteria”.
La segunda mesa de trabajo se encargará de analizar el abordaje epidemiológico efectuado por el Hospital, así como identificar errores y establecer los correctivos necesarios.
La tercera indagará sobre el origen de la posible contaminación —instrumentos e insumos del Hospital, además de la supervisión del lavado de manos adecuado—.
El cuarto grupo analizará las compras de los sueros y un quinto estará a cargo de las medidas de contención para “revisar los protocolos de vigilancia. Además, determinará si el personal está cumpliendo con las reglas de bioseguridad necesarias”.
El comité del nosocomio determinará si es factible restringir las visitas y fortalecer las medidas de seguridad con los familiares de los pacientes.
Cesan nuevos casos
“Hoy no hubo reporte de casos nuevos. Seguiremos monitoreando esta semana el brote y las investigaciones continuarán”, afirmó Calderón.
Los delegados de la PDH no reportaron mayores cambios en las normativas de higiene y bioseguridad en el hospital.
Hasta ahora, 23 niños han sido dados de alta y dos continúan en tratamiento en el nosocomio, indicó Fong.
Mesas técnicas
La directora del Hospital Infantil de Infectología, Fabiola Fong, indicó que el Ministerio de Salud ya integró varias mesas para determinar la causa del fallecimiento de cuatro niños y por qué más de 20 sufrieron infecciones, así como el abordaje que se les dio a los pacientes, luego de utilizar sueros que podrían contener una bacteria. Además indagarán por qué se adquirió una cantidad exagerada de sueros. La funcionaria aseguró que el Ministerio Público cuenta con los expedientes completos de las víctimas.
¿Descuido?
El problema de la contaminación por la bacteria Serratia marcescens que ahora afecta al Hospital comenzó con la compra de los sueros, según Zulma Calderón, jefa de Supervisión de Hospitales de la PDH.
Los sueros fueron calculados para que sirvieran unos 14 meses. La bodega del hospital no tiene capacidad para resguardar una cantidad tan grande de sueros, explicó.
Calderón confirmó las observaciones de los fiscales sobre la existencia de varias cajas que tienen signos de humedad.
Similitudes con IGSS-Pisa
En mayo del 2015, las denuncias de pacientes renales que morían a causa del tratamiento que recibían en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social originaron el caso IGSS-Pisa.
El tratamiento al que fueron sometidos los pacientes del IGSS habría causado que 138 de ellos sufrieran una infección peritoneal y que 44 fallecieran por esa causa.
El Ministerio Público (MP) sostiene que la directiva del Seguro Social, encabezada por Juan de Dios Rodríguez, recibió una comisión de entre 15 y 16 por ciento del monto total del contrato —Q116 millones 227 mil 35— como soborno de la empresa para adjudicarlo.
Las soluciones de diálisis estaban contaminadas, mal almacenadas y había irregularidades en la compra.
Las escuchas telefónicas del caso IGSS-Pisa revelan cómo se fraguó el pago de comisiones por adjudicar un contrato de servicios de diálisis peritoneal, la puja que hacían los oferentes a las más altas autoridades del Seguro Social, antes de aprobar cada concurso.
Se espera que el caso llegue a juicio el 11 de octubre. El proceso ha sido largo. Durante 2015 se suspendieron dos audiencias y este año, una, por falta de espacio.
Además, el 3 de mayo pasado, el Tribunal Octavo de Sentencia Penal se excusó de conocer el debate, debido a acciones legales que la defensa de los sindicados interpuso.
El 7 de septiembre último, el médico Erwin Raúl Castañeda Pineda, de 61 años, sindicado en el caso, falleció a su ingreso en el Hospital Militar, zona 16, víctima de un infarto.
Nueva audiencia
Hoy, en el Tribunal Noveno de Sentencia, se celebrará la audiencia para definir la separación de los eventos de IGSS-Pisa y la del arrendamiento del edificio en el que está involucrado el exdiputado Baudilio Hichos, explicó Abraham Vela, de la Procuraduría General de la Nación.
En este caso, 20 personas fueron enviadas a juicio, 16 de ellas por la pesquisa del evento IGSS-PISA y cuatro por el de IGSS-Chiquimula.
Si los jueces decidieran separar los juicios, explicó Vela, el Estado podría solicitar la reparación digna en los dos procesos; de lo contrario, solo puede solicitar una suma, refirió.
