El abogado objetó lo expuesto por la testigo porque esta identificó al agresor en un juego de fotos en el que no había señalados con las mismas características faciales, y porque lo reconoció hasta que el MP le dio detalles de la vestimenta del victimario.
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A ese hecho la defensa agregó que en una oportunidad se dijo que Reyes Lemus residía en la zona 18 y en otras, en la zona 6.
Hecho armado
Guerra Olmedo fue asesinada a balazos cuando se dirigía a su residencia. El ataque fue perpetrado en la avenida Elena y 9a. calle, zona 1. En seguida fue ingresada a la sala de urgencias del Hospital General San Juan de Dios, pero falleció, debido a la gravedad de las heridas.
La víctima recibió tres heridas de bala: en la cabeza, el cuello y el tórax.
En ese atentado, según informaron las autoridades, fue herida en el abdomen Blanca Éricka Florián Parada, de 38 años.
Capturado
Reyes Lemus fue aprehendido cuatro días después de la muerte de Guerra Olmedo, en la 15 calle y 16 avenida, colonia Cipresales, zona 6.
A pesar de que el día que fue capturado el victimario confesó que disparó contra Guerra Olmedo, se rehusó a hablar frente al juez en su primera declaración.
De acuerdo con el MP, en los videos el pandillero se conduce en una motocicleta, aparentemente para vigilar a la víctima, y al momento del ataque escapó a pie.
Reyes Lemus, quien aseguró ser integrante del Barrio 18, confesó que cometió el crimen porque Guerra Olmedo “se lo merecía”, ya que supuestamente “pasaba información” a la mara contraria —Salvatrucha—, y agregó que nadie le pagó para que la matara.
El último testigo
Ayer, en la última audiencia, el MP presentó al último testigo del caso, un trabajador del mencionado hospital, quien relató que el día del ataque, durante la mañana, una mujer fue a buscar a Guerra Olmedo, simulando que tenía interés por un paciente, pero en realidad buscaba indagar sobre los movimientos de la comunicadora social.
De acuerdo con personal del San Juan de Dios, algunos empleados tienen nexos con pandillas, ya sea porque son familiares de miembros de estas o porque residen en la misma colonia. Por ello, señalaron, tienen miedo de hablar sobre el tema, ya que pueden ser víctimas de ataques armados.
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