“Lamentablemente para el juez, siempre hay una parte que no está de acuerdo y que, en determinado momento, esa forma de desacuerdo en algunos casos los manifiesta en una forma violenta”, dice Gálvez.
“Los jueces hemos estado acostumbrados a este tipo de situaciones”, afirmó.
El juez ha debido resolver dos de los temas más importantes de justicia en Guatemala en los últimos años: envió a prisión al expresidente Otto Pérez Molina y a la ex vicepresidenta Roxana Baldetti, acusados de dirigir organizaciones de funcionarios y particulares que cometieron actos de corrupción. Y en un juicio por violaciones a los derechos humanos durante la guerra,
puso en prisión al ex dictador José Efraín Ríos Montt, acusado de genocidio.
Gálvez asegura que el juez resuelve sobre las circunstancias procesales y los medios de investigación que se le presenten. “Esa es para mí la forma como se tiene que impartir justicia” , dice.
Las amenazas al juez fueron recibidas en la oficina de la seguridad del Organismo Judicial a través de llamadas telefónicas sobre un posible ataque, y en el Ministerio de Gobernación donde se confirmó la información. Sin embargo el juez no se aventura a determinar de donde podrían venir las agresiones.
“Ahora se ha marcado mucho por los mismos procesos que se llevan, por las tendencias de las investigaciones practicadas y las relaciones a ciertos grupos…Como que en determinado momento se pretendieran que no se dictaran resoluciones acorde a derecho”, explicó el juez.
“En el quehacer humano todos tenemos riesgos”, dice y agrega que “antes de cometer o hacer una injusticia o algo que no es, mejor me retiro”.
La Corte Suprema de Justicia anunció que reforzaría la seguridad del juez.
Tras la denuncia de las amenazas, varias organizaciones nacionales e internacionales mostraron su apoyo al juez. La Oficina de defensa de los Derechos Humanos en las América, Wola, por sus siglas en inglés y con sede en Washington, Estados Unidos, urgió al estado guatemalteco a garantizar la seguridad del juez, su familia y sus colegas.
“Estoy bastante impresionado y sorprendido, me hace sentir bien”, dijo el juez sobre el respaldo.