En cuanto a cuál es su opinión ahora del sistema de justicia del país, dijo: “Es lamentable, yo en mi judicatura siempre le otorgaba medidas a las personas, siempre miraba que había familias”.
También mencionó que en septiembre del año pasado le notificaron el retiro de su visa de ingreso a Estados Unidos.
En el caso lavado de dinero, Cojulún consideró que se presume que Reinoso Trujillo pudo haber incurrido en este ilícito por considerar que llevó a cabo transacciones sospechosas y que los recibos presentados, así como otros documentos financieros no son suficientes para desvirtuar los señalamientos del ente investigador.
En el caso de enriquecimiento ilícito Cojulum señaló que hay suficientes indicios sobre la comisión de este delito debido a que presentó movimientos financieros que no fueron registrados en sus cuentas bancarias, y se desconoce su origen.
La sospechosa le dijo al juez que está “dando la cara” y puso a disposición de Cojulum documentos como evidencia a su favor.
Explicó que el juez Cojulum no ordenó su internamiento a ninguna prisión, “el juez no motivo prisión preventiva, yo estoy sin prisión preventiva, y pese a que procede un amparo no vamos a hacer nada porque todo nos lo rechazan”.
Resaltó que podría tratarse de una represión porque todos los recursos que presentan son denegados, “pero tiene que haber alguien que nos ayude”.
Con relación al caso de la jueza Marta Sierra de Stalling, refirió que se necesitan una a otra porque están recluidas en el mismo penal “como la iba a dejar sola, ella está muy mal. Lloramos, reímos, dialogamos, oramos, e incluso conversamos para poder hacer un cronograma de actividades para leer libros, prestar servicios de docencia, salir a caminar”.