Justicia

“La condena sigue siendo una tremenda injusticia”: Adriana Beltrán, SIF

Adriana Beltrán, directora ejecutiva de la Fundación Internacional de Seattle (SIF) hizo además un llamado a la comunidad internacional y al Gobierno de Estados Unidos, a dimensionar la gravedad de este caso para la prensa, el Estado de derecho y la libertad de expresión en el país.

Adriana Beltrán, directora ejecutiva de la Fundación Internacional de Seattle (SIF) hizo además un llamado a la comunidad internacional y al Gobierno de Estados Unidos, a dimensionar la gravedad de este caso para la prensa, el Estado de derecho y la libertad de expresión en el país (Foto Prensa Libre: Esvin García).

Adriana Beltrán, directora ejecutiva de la Fundación Internacional de Seattle (SIF) hizo además un llamado a la comunidad internacional y al Gobierno de Estados Unidos, a dimensionar la gravedad de este caso para la prensa, el Estado de derecho y la libertad de expresión en el país (Foto Prensa Libre: Esvin García).

Luego de conocerse la sentencia en el caso contra José Rubén Zamora, Adriana Beltrán, directora ejecutiva de la Fundación Internacional de Seattle (SIF), compartió su análisis sobre el caso, la sentencia, el mensaje que envía y que procederá en casos similares.

El miércoles 14 de junio el Tribunal Octavo de Sentencia dictó seis años de prisión y el pago de Q300 mil por el delito de lavado de dinero para José Rubén Zamora.

En cuanto a los otros delitos por los que se le acusaba, tráfico de influencias y chantaje, no pudieron ser probados por la Fiscalía Especial contra la Impunidad (Feci) del Ministerio Público (MP).

Samaría Gómez, exauxiliar fiscal del Ministerio Público (MP), señalada de revelar información confidencial a Zamora, fue absuelta de los cargos.

¿Cuál es su análisis del caso y sentencia?

 La criminalización emprendida desde el Estado contra José Rubén Zamora es tremendamente preocupante no solo por su impacto en el periodismo, sino en el Estado de derecho y la democracia de Guatemala.  

El caso contra Zamora es un caso contra la libertad de prensa.  

Las acusaciones en su contra no solo buscaban callarlo a él y al medio que fundó. También buscaban enviar el mensaje al gremio periodístico, y a la población en general, de que si pudieron criminalizar espuriamente a Zamora, que goza de gran credibilidad y prestigio nacional e internacional, pueden hacerlo con cualquier persona que se atreva a denunciar la corrupción y los abusos de poder del Gobierno. 

 La sentencia condenatoria era previsible dadas las numerosas anomalías que se denunciaron durante el proceso, como la intimidación de sus abogados defensores, que le obligó a sustituirlos ocho veces, y la prohibición para acceder a información de su propio caso, entre otras.  

 No obstante, aunque la condena sigue siendo una tremenda injusticia, creemos que Zamora tiene posibilidades favorables en las siguientes instancias, incluida la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y que su caso es también el de la lucha por la libertad de prensa en Guatemala. Zamora no está solo.  

 ¿Qué mensaje deja a la comunidad internacional decisión del tribunal?

La SIF hace un llamado a la comunidad internacional, especialmente al Gobierno de Estados Unidos, a dimensionar la gravedad de este caso para la prensa, el Estado de derecho y la libertad de expresión en Guatemala.  

Es necesario reiterar la importancia que tiene el periodismo independiente para las frágiles democracias de la región. La protección de los medios y de las personas periodistas que están investigando y denunciando la corrupción, los abusos del poder y las injusticias, es también la protección de la democracia. 

Creemos que la comunidad internacional puede jugar un papel importante al apoyar a los periodistas que están saliendo del país debido a las amenazas y persecuciones, pero también al condenar con severidad la criminalización que están sufriendo aquellas personas que se quedan en el país y las presiones y bloqueos que enfrentan los medios que siguen en la lucha.  

Hay medios obligados a cerrar debido a presiones económicas, hay personas periodistas exiliadas debido a que les abrieron casos espurios en su contra, hay medios independientes y pequeños que están sobreviviendo con grandes dificultades.  

Todo esto debe ser motivo de preocupación y de acción por parte de la comunidad internacional. 

 ¿Qué se puede esperar en casos similares que involucren a periodistas o medios?

José Rubén Zamora no es el único periodista criminalizado en Guatemala y elPeriódico no ha sido el único medio que ha sufrido presiones. En el análisis también se debe tomar el caso de los periodistas y columnistas de elPeriódico a quienes se les abrió proceso penal únicamente por informar u opinar del caso de Zamora. Está el caso de Juan Luis Font, fundador de Con Criterio, quien tuvo que exiliarse debido a una denuncia espuria en su contra, y de Michelle Mendoza, la corresponsal de CNN en Guatemala que salió del país debido al asedio contra ella y su traba

Sabemos que 22 personas periodistas se han exiliado durante el actual Gobierno, según un conteo que realizó la organización NoNosCallarán, pero muchas de ellas no lo han hecho público debido a que no desean una doble victimización ni más represalias.  

 Esta es una cifra terrible para el periodismo y, a juzgar por las declaraciones recientes de funcionarios del Ministerio Público de Guatemala sobre los procesos que podría seguir abriendo en contra de periodistas, vemos que lamentablemente esa cifra tiene muchas posibilidades de seguir aumentando. 

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