Así mismo, afirman que el sistema de Comisiones no es malo, sino que el problema es el grupo de personas que participan, el cual ha sido permeado por los políticos y que con base a intereses externos toman decisiones para elegir, y que cada vez tienen logran tener mayor influencia en el sistema.
El constituyente Carlos Molina Mencos, dice que las comisiones de postulación funcionaban bien, pero que de “buena fe” durante el gobierno de Ramiro de León Carpio se modificó el sistema de elección con la intención de “quitárselo al Congreso y pasárselo a la cátedra, pero que lo que se logró fue politizar a la cátedra y comenzaron a nacer un montón de facultades de Derecho, y ahí se prostituyó todo”.
Molina Mencos considera que los magistrados deberían ser electos por la Corte y el Congreso, “sin las facultades de Derecho y el Colegio de Abogados de Guatemala (CANG), como se hace actualmente, pero lo que “le está haciendo más daño al sistema son las facultades de Derecho, que incluso, ni estudiantes tienen”.
El constituyente remarcó que otra razón que está haciendo daño a la elección de magistrados es que no se cumplen las leyes y pone como ejemplo que estas postulaciones se debieron nominar desde octubre. “Le echamos el muerto de muchas cosas a nuestro sistema jurídico, el cual es bueno, pero el problema es que nos lo bricamos frecuentemente con desfachatez total”.
Molina Mencos opina que para mejorar la integración de cortes se deberían hacer algunas reformas a la actual Ley de Comisiones de Postulación, sin tocar la Constitución, porque esta es excelente y entre menos se toque es mejor. “Los cambios que se le hicieron fueron para peor”, apuntó.
Lograron doblegar el sistema
El abogado Carlos Luna Villacorta quien participó en las comisiones de postulación de 1994 a 1998 como decano de Derecho de la Universidad Rafael Landívar, afirma que la actual forma de elegir magistrados “está totalmente colapsada porque ya no funciona, tal como se pudo ver hoy en la tarde” con el caso de Gustavo Alejos.
Es un sistema que ya no responde a los intereses con que fue creado, pero “lamentablemente en esta ocasión ya no queda más que elegir con ese sistema porque ya no se modificó”, por lo que se debe reformar la Constitución Política de la República. “Cuando comenzamos éramos solo cuatro facultades de Derecho y la comisión se integraba con 12 personas, ahora se integra con más de 30”.
Según Luna Villacorta en la actualidad hay 13 facultades de Derecho que se han ido creando para tener un lugar en las comisiones de postulación. “Las personas que quieren llegar, primero hacen lobby -cabildeo- con la comisión y luego con el Congreso de la República”.
“Cuando integré las comisiones había algunas personas que intentaban doblegar el sistema, hasta que lo lograron”, afirmó Luna Villacorta, quien también fue magistrado de la Corte de Constitucionalidad del 2001 al 2011.
Muchos electores
El exmagistrado y presidente de la CSJ, Hugo Maúl Figueroa, considera que el sistema de elección a través de postuladoras no es malo y que durante muchos años funcionó bien, pero que la cantidad de integrantes de las comisiones ha aumentado demasiado, por lo que resulta más difícil tomar decisiones y eso provoca que formen grupos divididos por intereses.
“Lamentablemente en la práctica hubo una serie de circunstancias que llevaron a la cooptación por parte de grupos de interés que fueron ejerciendo influencia en la elección de los que iban a ser nominados y eso ha incidido en el menoscabo de la integración”, aseveró el exmagistrado de la CSJ.
Según Maúl Figueroa, las comisiones fueron creadas como un mecanismo para disminuir la discrecionalidad del Congreso, “justamente reducir la influencia política”, pero eso no se ha logrado y “probablemente ha aumentado a través de los diferentes procesos”.
Este sistema “fue cooptado por grupos de interés y fue perdiendo lo bueno que tenían las comisiones de postulación y lo estamos viendo en el actual proceso. Creo que la influencia externa ha sido menor en otras oportunidades porque se ha ido perdiendo paulatinamente”.
Maúl Figueroa cuenta que originalmente solo había cuatro universidades con facultad de Derecho y que ahora funciona una docena, lo cual sirve de partida para que también aumente la cantidad de integrantes del CANG y de los magistrados de Apelaciones y de la CSJ. “Según el numero de facultades de Derecho así se integra el conjunto”.
Un sistema politizado
El también exmagistrado de la CSJ Luis Fernández afirma que “el sistema se ha politizado mucho”, y que, además, “es un sistema de ruedas dentadas de un engranaje que no está a la misma sintonía” porque el proceso de evaluación es poco técnico, porque, entre otros fallos, resulta que al final el punteo sirve de poco.
Según Fernández, el sistema, que comenzó con buenas intenciones, se ha deteriorado porque “en el camino el CANG y las universidades se fueron dando cuenta que tenían un poder político que no habían descubierto y que facilitaba una palanca política, la cual están ejerciendo al punto de que hay facultades de Derecho de universidades que no tienen alumnos, pero si tienen igual de votos que la -Universidad Rafael- Landívar, Mariano Gálvez y la Usac”.
De acuerdo con Fernández, para mejorar este sistema es obligatorio modificar la Constitución Política de la República, pero que el gran problema es que esto significaría correr muchos riesgos, porque equivale “a tener un paciente en el quirófano con el pecho abierto, a lo cual le temen muchos”.
Elección política y no técnica
El abogado José Gonzalez, coordinador de la organización Impunity Watch, afirma que las experiencias de las ultimas comisiones de postulación, como la que se está desarrollando ahora, “demuestran que el sistema se ha permeado porque se ha vuelto un sistema de elección política más que técnica”.
González considera que los magistrados de las Salas de Corte de Apelaciones no deberían ser sujetos del Sistema de Comisiones de Postulación, sino que de un sistema de jueces que ascienden por exámenes de oposición”.
Tráfico de influencias
González considera que los cambios de las cortes de Apelaciones y la CSJ no deberían efectuarse al mismo tiempo y que además este sistema no favorece la carrera judicial, ni la independencia de los magistrados “porque hay magistrados tienen conflictos de interés al elegir.
Cita, como ejemplo, que hay algunos que son comisionados y al mismo tiempo candidatos y otros que tienen conflicto de interés “porque han trabajado sistemáticamente definiendo delitos de crimen organizado, lo cual puede llevar en el futuro a cometer el delito de trafico de influencias para beneficiar a sus clientes, entre otros.
También hay conflictos interés de los miembros de la CSJ y los integrantes de la carrera judicial porque al formar parte del proceso se pueden beneficiar indebidamente o generar dinámicas de “yo me elijo y tu me eliges, que son sumamente nocivas para el proceso de comisiones de postulación”.