Edy Saúl García Hernández, de 39 años, originario de Santa Rosa de Lima; José Luis Velásquez González, de 23, de la aldea El Cerinal, Barberena; y Cristian Alejandro Sacalxot Betancourt, de 21, del Cerinal, Barberena, fueron los sujetos arrestados por agentes de la comisaría 32 de la PNC durante un operativo táctico.
Las autoridades les sindicaron de ser sicarios de la MS-13. Durante su arresto les localizaron un arma de fuego y droga. Los consignaron. Tras ser escuchados por juez de turno los enviaron preventivamente a la cárcel de máxima seguridad El Boquerón ubicada en Cuilapa, Santa Rosa, donde 40 horas después de su ingreso fueron hallados muertos.
En este lugar los ubicaron en un área de aislamiento donde están recluidos paisas, privados de libertad que no tienen, en teoría, relación con pandillas. En la cárcel de El Boquerón guardan prisión miembros de la MS-13 y paisas. Se presume que envenenaron la comida que ingirieron por dos razones: no pagar talacha o por no haber ejecutado a la familia que debía asesinar.
Entre la noche del domingo 16 y madrugada del lunes 17 se supone que los tres individuos recibieron sus alimentos y en ellos, se supone, colocaron “pastillas para curar maíz” las cuales les provocaron la muerte. Los cadáveres no presentaban señales de violencia ni heridas visibles. El Ministerio Público (MP) continúa con la investigación del hecho.
Estas pastillas, según el Laboratorio de Toxicología del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) contienen “fosfuro de aluminio, también conocido como Photoxin® o fosfuro de zinc, Phosvin®, agentes insecticidas empleados para proteger alimentos o granos de plagas”.
El caso está en poder del MP, quien no ha adelantado detalles sobre la muerte de las tres personas. Sin embargo, fuentes policiales consultadas, explicaron que el caso podría tener relación con el pago de talacha en el sector en donde fueron recluidos o un ajuste de cuentas por no haber ejecutado a la familia por la que les había contratado. Ambos extremos los investigan.
Sobre el mote de la banda, los Calavera, un investigador indicó que hace alusión al trabajo de sicarios que ejecutaban en la zona. Según las pesquisas lo sujetos trabajaban por encargo en Santa Rosa y otros municipios cercanos. Sus vínculos más cercanos son con la MS-13 y presumen que la orden de ejecutarlos hubiera salido desde el sector de El Boquerón donde están recluidos.
De hecho, el año pasado, vecinos de la aldea Valle Nuevo, en Jutiapa, denunciaron que sujetos desconocidos pasaban por las casas y dejaban panfletos en donde se mostraba una calavera con un MS-13 y donde por medio de una amenaza le instaban a los vecinos a abandonar sus casas o de lo contrario los matarían. Todo esto ocurrió en el contexto del éxodo de pandilleros salvadoreños hacia Guatemala.