Esto dijo Montiel Marín a la jueza:
“El Ministerio Público, sabiendo que en los medios se publicó que el señor Caballín -reo- gritó en el portón de la entrada que el Taquero fue –quien había ordenado la muerte de Lima– desde ese momento me extrañó que los señores del Ministerio Público no me hicieron la prueba de pólvora. Nunca me entrevistaron, no me llamaron”.
El convicto pidió una pizarra donde dibujó un croquis de la cárcel y explicó a la jueza el lugar de las celdas de él y Lima estaban ubicadas en el área de la bodega de Pavón. También señaló el lugar donde, según él, murió el militar.
Montiel desacreditó lo dicho por los testigos protegidos. Mencionó algunos nombres, dijo que uno de ellos es exintegrante de la mara Salvatrucha. “Se dé que tipo de personas son”, explicó el reo.
“El licor ingresaba dos veces por semana a la Granja Penal. Como iban a realizar una requisa, Byron enterró el licor cerca de donde yo me encontraba. Los mismos guardias pasaban el licor por las mallas y los empleados de Byron las recogían”.
También expuso a la juez que Lima no tenía problemas por el control de las cárceles y los espacios que él asignaba al resto de la población reclusa, lo que le había generado enemistades con pandilleros.
Sobre el día de la matanza, Montiel dijo: “Escuché como cuando explota un cilindro de gas propano y veo como la gente empieza a correr”.