Con el efecto paralizante obtenido por el miedo convirtieron la extorsión en una empresa ilícita.
De esta manera los pandilleros llegaron a cobrar grandes sumas de dinero semanales o mensuales, una vez que afinaron sus estrategias para obtener el efectivo en una forma fácil.
Con el dinero los pandilleros tienen capacidad de dar dividendos a sus grupos, pagarles a sus sicarios y comprar droga.
El MP especifica que tres temporadas del año marcan el aumento de exigencias de cuotas de los extorsionistas, que son los días previos a la Semana Santa, el bono 14 y la temporada navideña.
“Generalmente este pago es una cuota extra, que coincide con el pago normal. Por ejemplo, si cada bus paga Q1 mil mensuales de extorsión debe agregar una cuota más. Las víctimas deben ser puntuales o, de lo contrario, la respuesta inmediata de los delincuente es la muerte de uno de sus socios o trabajadores”, explica un fiscal.
En una grabación captada por la Policía, uno de los negociadores de la pandilla le dice a sus víctimas: “Vos ya sabés que tenés que tener la plata, o ¿te querés morir? Ahí te acordás que si no te morís vos, tu gente ¿va?…”.
Lavado
Las pesquisas efectuadas por el MP en los últimos meses contra pandillas extorsionistas dan cuenta de que las organizaciones criminales utilizan negocios para lavar millones de quetzales que obtienen de manera ilícita.
Las estructuras, que en el 90 por ciento de casos son coordinadas desde las cárceles, procuran intimidar a las víctimas que son propietarias de negocios, para que los cierren.
Afirman que el objetivo es apoderarse del negocio y se lo entregan a sus familiares o contratan personal para que se los administre.
Los sectores más codiciados han sido la colonia El Limón, zona 18; Villalobos y El Mezquital, zona 12, así como la zona 6.
En la provincia también se han apoderado de algunos negocios, en especial panaderías y abarroterías.
De esta manera, según las autoridades, es como los extorsionistas han llegado a manejar entre Q40 mil y Q100 mil mensuales con dinero de extorsiones que retiran de cuentas bancarias.
Las autoridades refieren que a sus víctimas les entregan números de cuentas para depositar, para después enviar a mujeres vinculadas a la pandilla a recoger el efectivo.
De esta manera fue como el 29 de noviembre último capturaron a María Vidalia Ixmatul, de 52 años, quien hacía cobros para varios grupos delictivos cuyos cabecillas están en la cárcel.
Ixmatul fue detenida en la 14 avenida y 5a. calle de la colonia Linda Vista, zona 4 de Villa Nueva.
Mauricio López, ministro de Gobernación, expresa que muchas mujeres están vinculadas sentimentalmente a las pandillas y son usadas para llevar celulares que utilizan para intimidar.
En muchos otros casos usan a menores de edad, que pasan a formar parte de la red.
Estructura
“Aprendimos que había tres cosas que hacer: conocer al enemigo, su territorio y su estructura”, manifiesta Mario Bossos, criminalista y jefe de la Fuerza de Tarea contra Extorsiones al Transporte.
Este fue un hecho básico para conocer a los grupos, conocer a su cabecilla, el funcionamiento de la banda, su logística y todas las personas que la integraban.
Por su parte, Elías Pumay, también jefe de la Fuerza de Tarea, dice que los pandilleros se apropiaron del territorio capitalino, la Costa Sur y el occidente.
“Comenzando desde la cárcel, donde tienen tiempo para planificar, aprendieron a dirigir y nada se mueve si ellos no dan la orden”, refiere.
Investigadores de la Unidad contra Extorsiones, del MP, aseguran que en el transcurso del año lograron desarticular siete bandas más que el año último.
Exponen que los resultados positivos se deben al trabajo en equipo con el Ministerio de Gobernación y la Policía Nacional Civil.
A esto le agregan el apoyo de la información proporcionada por bancos del sistema, empresas telefónicas y denuncias de los afectados, pues de esta manera es como han detectado e individualizado a quienes integran los grupos delictivos.
Negociadores
En el análisis de inteligencia que efectuaron las Fuerzas de Tarea observaron que las estructuras criminales tienen líder, sicario, logística y personal que cobra, roba vehículos y motos y consigue armas, y alcanzaron mayor nivel con sus negociadores.
“Casi llegan a convertirse en banda del crimen organizado para cometer otros delitos, como el secuestro”, dice Pumay.
Según explican, individualizaron a los grupos, pues en las pesquisas encontraron que había otro tipo de delincuentes que se dedicaban a extorsionar y no eran necesariamente pandilleros.
Afirman que los familiares de los antisociales han visto que es buen negocio y extorsionan por su lado para obtener más dinero, pero también están aquellos que denominan “paisas” —que no pertenecen a pandillas— y que son integrantes de otros grupos delictivos.
López refiere: “Los pandilleros de la Mara Salvatrucha manejan algún tipo de negocios, son más estratégicos en sus acciones, en sus movimientos, pero los de M-18 lo único que saben hacer es generar violencia, pero lo hacen para infundir terror, son más carroñeros”.
Indican que la idea es causar psicosis. El funcionario señala que las pandillas tienen estructura piramidal, pero aún no alcanzan la complejidad de una mafia.
Por su parte, el MP asegura que, según las estadísticas que maneja la Fiscalía de Delitos contra la Vida, el 50 por ciento de las muertes violentas que se investigan están relacionadas con extorsiones y ajuste de cuentas entre pandilleros o grupos contrarios.
