Ese fue el decomiso más grande de armas que se ha efectuado en la última década. La Policía incautó 41 mil 575 armas de fuego, además de dos mil 238 artefactos explosivos, incluidas granadas y minas antipersonales.
Arsenal
Del 2004 al 2013, la Policía ha incautado varias armas de fuego, entre ellas cinco lapiceros adaptados para disparar munición calibre 0.22; cuatro de esos, en febrero del 2011, a Rudy Acuña López, en la zona 18.
Las pistolas son las que más decomisa la Policía. En total han sido 23 mil 267.
En 10 años, el número de pistolas incautadas casi se duplicó. En el 2004 fueron mil 574 y en el 2013 llegaron a dos mil 914, aunque fue en el 2009 cuando se decomisaron dos mil 944.
La socióloga María Eugenia Villarreal prepara un estudio sobre el impacto de la falta de ley de armas y municiones en las muertes violentas que del 2003 al 2013 sumaron más de 55 mil víctimas. El 80% fue por arma de fuego.
“Después de la firma de la paz, la violencia no se transformó en nuevas estructuras. Surgieron empresas privadas de seguridad y empezaron a traer armas, pero sin una ley de armas y municiones, la cual se creó hasta 15 años después de la firma de la paz. Mientras tanto, hubo tiempo para que se armaran como quisieran. Antes de la ley, una persona podía traer hasta 20 mil municiones por mes”, explica Villarreal.
“El país es un polvorín, porque imagine que solo lo decomisado son 41 mil armas, y muchas más circulan en el país”, dice Villarreal.
Según el informe Armas de fuego y municiones en Guatemala, de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, el país es el sexto comprador de armas en Latinoamérica y el primero en Centroamérica.
Datos de la Organización de las Naciones Unidas señala que Guatemala importó después de la firma de la paz a la fecha poco más de US$112 millones en armas y municiones, el 68 por ciento de esa cifra corresponde a los últimos 10 años.
Para la guerra
Cuando Inteligencia Civil presentó el informe en el que se advertía de la capacidad de armamento de los Zetas, hizo mención a que ese grupo tenía en su poder varios lanzacohetes.
El fiscal contra el Crimen Organizado, Rony López, declaró que la primera vez que vieron la utilización de ese armamento fue en el ataque a un automóvil blindado en Cocales, Escuintla.
La Policía reporta que ha decomisado siete lanzacohetes: uno en el 2008, dos más en el 2009 y cuatro en el 2011.
A partir del 2009, las autoridades empezaron a decomisar lanzagranadas M79, de las que usa el Ejército. De esa fecha para el 2013, las autoridades aseguraron 18 unidades.
También se encontraron a partir de ese año 41 ametralladoras M60 utilizadas por las fuerzas armadas. Un investigador policial informó que varios militares llegaron a los operativos donde se incautaba el armamento para verificar si les pertenecían.
“Revisaban y confirmaban que eran del Ejército; también lo hacían con las granadas que encontrábamos”, explicó el agente, quien solicitó no ser publicar su identidad.
Del 2004 al 2008, la Policía incautó un promedio de 90 granadas por año, pero solo en el 2009 el número aumentó a mil 365 granadas.
En los últimos 10 años, las autoridades decomisaron a criminales dos mil 238 granadas. En el 2009, las autoridades también hallaron minas Claymore que podían detonarse a distancia, además de dinamita y granadas mortero.
En cuanto a fusiles, se incautaron en la última década 437 AK47, 121 M16, 122 Galil y 115 AR15.
López comentó que las bandas del crimen organizado procuran ese armamento, “porque así es como logran conseguir lo que desean con violencia, utilizando el factor miedo”.
Seguridad
Dudas por la custodia
Según la Ley de Armas y Municiones, debe ser la Dirección General de Control de Armas y Municiones, que depende del Ejército de Guatemala, la que resguarde el armamento que es incautado por las fuerzas de seguridad.
El vocero del Ejército, Ismael Cifuentes, explicó que hasta la fecha ellos resguardan 50 mil 828 armas que están sujetas a proceso penal. Algunas están bajo su resguardo desde hace más de 15 años, sin que hasta ahora se haya tomado una decisión.
Carmen Rosa de León, del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible, indicó que las autoridades deben buscar una salida rápida, para no tener esa gran cantidad de armamento en un solo lugar.
“Hay que evitar tener arsenales almacenados. Ya vimos que no hay un buen manejo por parte del Estado. Hubo robos en bodegas del Ejército”, refirió de León.
Por lo menos las autoridades han dado a conocer tres casos de robos de armas de las bodegas el Ejército en años anteriores, en Jalapa, Petén y la capital. El caso de la base militar Mariscal Zavala fue el más grave y del que menos información se tiene.
Según la denuncia presentada en el Ministerio Público, fueron más de 500 armas e igual número de granadas las que desaparecieron de la armería de la base militar ubicada en la zona 17.
De León explicó que, según convenios internacionales ratificados por el Estado de Guatemala, las armas que son incautadas por estar vinculadas con un hecho ilícito deben ser destruidas.
Dato
112 millones de dólares en armas se han importado desde 1996.