Tenía una orden de aprehensión vigente con fines de extradición a los Estados Unidos por cargos de traficar cocaína hacia aquella nación. Las investigaciones revelan que traficaba la droga que recibía desde Colombia hacia México y Estados Unidos. Pudo haberse quedado con el negocio de su suegro, explican fuentes antinarcóticas.
Iba con su esposa, la alcaldesa electa de Ayutla, San Marcos, Isel Súñiga, hija del tres veces alcalde de aquel municipio Erick Súñiga, alias el Pocho, quien se entregó a la autoridad estadounidense en 2019 y fallecido un año después por un cáncer.
Morales Cifuentes e Isel Súñiga eran acompañados por un cuerpo de seguridad de diez hombres armados. De acuerdo a la información preliminar habían llegado a la capital del país desde el 10 de diciembre para hacer algunas compras porque un día antes habían hecho público en las redes sociales de la exmiss Universo Guatemala, que serían padres nuevamente.
De hecho, las autoridades investigan un altercado que ocurrió el 10 de diciembre por la noche en una gasolinera en el sector de Cayalá, zona 16. En ese lugar, según la Policía Nacional Civil, Morales Cifuentes intercambió amenazas con otra persona armada y hasta ahora no identificada. Revisan cámaras de video vigilancia del recinto.
Morales Cifuentes tiene 33 años y nació en Ayutla, San Marcos. Procreó dos hijos con Isel Súñiga. En Guatecompras aparece como propietario de dos empresas.
La primera se llama Importadora Jireh, y su principal actividad es la venta de vehículos de todo tipo, incluidos de alta gama, rodados y de agencia.
El segundo negocio es Construhogar, una ferretería con sede en Tecún Umán (Ayutla), San Marcos, y con la cual le ha facturado, especialmente a la comuna que ha sido bastión de su suegro fallecido y ahora esposa.
De 2016 a 2022 le facturó a la comuna de Tecún Umán por Q1 millón 781 mil 822.11. Además, en menos ocasiones a la comuna de Catarina, también del departamento marquense, e incluso a la fiscalía municipal del Ministerio Público.
Las ventas que le hacía Morales Cifuentes a estas instituciones eran materiales de construcción para obras de infraestructura y proyectos de electricidad. El año que más le vendió a la municipalidad e Ayutla fue en 2017. La mayoría de aquisiciones fueron de baja cuantía, pero casi alcanzaron el millón de quetzales.
En los años posteriores al fallecimiento de Erick Súñiga, su hija, Isel, se quedó al frente de la comuna, pero como gerente. Mientras que su esposo, según las investigaciones, ocupaba un puesto ideal para continuar con las adquisiciones en empresas suyas.
En los últimos meses, de acuerdo a las pesquisas, se desató una guerra por el control del territorio, y algunas líneas llevan a Morales Cifuentes a dirigirlas para mantener el control y poder sobre el municipio fronterizo.
De hecho, hubo enfrentamientos armados contra la familia de Isel Súñiga, y crimenes en contra del círculo de protección de la familia de la alcaldesa electa. Murieron al menos seis policías municipales, entre ellos el jefe, Wslen Eladio Sarceño Leiva.
Los cargos
Morales Cifuentes, según la acusación de los Estados Unidos, “fue responsable de dirigir, administrar y facilitar algunas de las actividades del tráfico de drogas de la organización en Guatemala y México”.
El Ministerio Público coordinó con la Subdirección de Análisis de Información Antinarcótica de la PNC la aprehensión con fines de extradición de Morales Cifuentes, un sujeto de 33 años que nació en Ayutla el 9 de abril de 1990.
“Es requerido para comparecer a juicio en la Corte Distrital de los Estados Unidos para el Distrito Este de Texas”, según autoridades.
Los delitos de los que se le señala a Morales Cifuentes son “conspiración para manufacturar y distribuir cinco kilogramos o más de una mezcla y sustancia conteniendo una cantidad detectable de cocaína, con la intención, conocimiento y teniendo causa razonable para creer que dicha sustancia sería importada ilegalmente hacia los Estados Unidos”.
Además, por “manufacturar y distribuir cinco kilogramos o más de una mezcla y sustancia conteniendo una cantidad detectable de cocaína, con la intención, conocimiento y teniendo causa razonable para creer que dicha sustancia sería importada ilegalmente hacia los Estados Unidos”.
Una investigación realizada por las autoridades del cumplimiento de la ley de los Estados Unidos identificó una organización de tráfico de drogas operando a través de Sur, Centro y Norteamérica desde por lo menos 2008, que fue responsable de importar grandes cantidades de cocaína hacia los EE.UU.
