La declaración de los dos primos ocurrió luego de varios meses de negociaciones con la justicia de EE. UU., ya que en un inicio se habían declarado inocentes.
Se habían entregado el 15 de junio de 2020 a la Administración de Control de Drogas (DEA, en inglés), dado que fueron acusados por los delitos de tráfico de cocaína y uso, así como transporte y posesión de ametralladoras y dispositivos destructivos.
Además, habrían trabajado para el exjefe del Cartel de Sinaloa, Joaquín “el Chapo” Guzmán, y habrían conspirado, junto con otras dos personas de México, con el narcotraficante hondureño Juan Antonio “Tony” Hernández, quien fue condenado por cargos de tráfico de drogas en Nueva York.
EN ESTE MOMENTO
“Tony” Hernández es hermano del expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, quien fue extraditado a EE. UU. el 21 de abril de 2022.
Según la investigación de la DEA, los dos guatemaltecos conspiraron con Hernández, Guzmán y otros narcotraficantes para importar grandes cantidades de cocaína a territorio estadounidense.
La cocaína era enviada a Honduras, según el boletín, a través de transporte aéreo o marítimo y se trasegaba, por lo general desde Colombia y Venezuela.
“Estos acusados conspiraron con los corruptos funcionarios hondureños que sobornaron para facilitar la importación a los Estados Unidos de grandes cantidades de cocaína para el Cartel de Sinaloa”, explicó el fiscal federal de Manhattan, Geoffrey S. Berma el 17 de diciembre de 2019, cuando acusaron a los dos guatemaltecos.
La acusación señala que, para no obstruir el paso de la droga a través de Honduras, Guatemala y México, los acusados y otros señalados sobornaban con pagos a diferentes funcionarios públicos, donde se incluía al exmandatario Juan Orlando Hernández.
Uno de los testigos que identificó a los dos primos guatemaltecos indicó que formaron parte de una reunión que se organizó en 2013 en El Paraíso, Honduras. En esta reunión “el Chapo” habría dado US$1 millón en efectivo, que serviría supuestamente para apoyar la campaña electoral de Orlando Hernández.
Finca Los Cocos
Otto René Salguero también está señalado de estar vinculado a la masacre que ocurrió en la finca Los Cocos, Petén, en mayo de 2011.
Según la información, 27 jornaleros fueron acribillados en una finca que era propiedad de Salguero. Incluso se menciona que los victimarios dejaron un mensaje al guatemalteco escrito con sangre en una de las paredes.
Las autoridades habrían atribuido el hecho con una presunta lucha de territorio y una venganza en contra de Salguero.