El lunes 18 de julio resultaron heridos varios privados de libertad y 14 fueron ultimados en un ataque armado ocurrido en Pavón, en el que murieron Byron Lima Oliva y la argentina Joanna Birriel, cuyo cuerpo fue entregado ayer a un representante de la embajada de ese país.
Ricardo Guzmán, viceministro de Seguridad, y Jorge Cabrera, director del Inacif, acudieron a una citación con diputados de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), en la cual explicaron que, según las pruebas recabadas, no hay indicios de explosión de granada, y solo hay versiones testimoniales del estruendo.
Según Cabrera, los cuerpos tienen disparos a corta distancia —unos 40 centímetros— y hasta ahora se cree que se utilizó arma corta. Tampoco tienen esquirlas de granada, por lo que se cree que no hubo enfrentamiento y que las víctimas habían estado sometidas al momento de ser ultimados.
Manipulación
Los funcionarios revelaron que la escena del crimen fue modificada, pues algunos reos pudieron haber sido asesinados en otro lugar y trasladados a donde los cuerpos fueron encontrados.
Cabrera explicó que hubo dificultad para hacer la prueba de balística a las víctimas, debido a que los cuerpos fueron manipulados.
Crítica
Diputados de la UNE criticaron el nombramiento de Nicolás García como director del Sistema Penitenciario y recordaron que este fue destituido por irregularidades y vinculado con Lima Oliva.
El viceministro de Seguridad defendió la designación y argumentó que García hizo una buena labor en su momento.
Además, indicó que con el apoyo de la Embajada de Estados Unidos se le hizo prueba de polígrafo y que la superó.