Este lunes ya avanzada la mañana, solo un bus de la ruta 36 comenzó a prestar el servicio, dentro del automotor viajaron dos agentes de la Policía Nacional Civil. Las fuerzas de seguridad explicaron que hablarían con el resto de conductores para llegar a un acuerdo con respecto a la seguridad de las unidades.
Los pilotos tuvieron conversación con la Policía y les exigieron dos agentes en cada bus para cubrir su ruta por temor a ser blanco de los sicarios de los extorsionistas, sin embargo la respuesta de las autoridades es que les resulta imposible hacerlo, a cambio les ofrecieron patrullar y colocar agentes en puntos estratégicos para protegerlos, aunque esa medida no persuadió a los pilotos de retomar labores.
40 mil afectados
Amílcar Montejo, intendente de la Entidad Metropolitana Reguladora de Transporte y Tránsito de Guatemala (Emetra), explica que en ese sector hay 40 colonias o puntos habitacionales, lo que resulta difícil establecer una cantidad exacta de las personas que residen en estos lugares.
Con 35 buses la empresa La Fe, presta el servicio a más de 40 mil personas, todos los días los pasajeros viajan apretujados y, además son víctimas de asaltos mientras la unidad se desplaza a los diferentes puntos de la zona 1.
Los más afectados por el paro de buses son los vecinos de las colonias El Amparo y El Granizo, pues son quienes tienen que recorrer más de tres kilómetros que tiene la avenida Moctezuma para llegar al Anillo Periférico y luego buscar autobuses que les permitan movilizarse a su destino.
Es aquí donde los conductores de vehículos emergentes aprovechan para cobrarles Q5 por llevarlos al Periférico, también les piden otros Q5 o más, para llevarlos a la 18 calle, zona 1.
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Pandilleros la amenaza
Desde el lunes 19, el miedo se apoderó de los pilotos y ayudantes de las rutas 36 y 37, pues ese día recibieron llamadas de cuatro grupos de pandilleros, cada “clica” (grupo delictivo) les exigió un pago semanal y diario por unidad.
Los vecinos están acostumbrados a quedarse sin servicio de buses, cuando eso sucede se debe en la mayoría de casos a la muerte de un piloto atacado a balazos por pandilleros.
El jueves 22 de octubre el problema para los usuarios continuó. Los buses urbanos siguieron parqueados, mientras los vecinos observaban con incomodidad que tenían que seguir utilizando los improvisados transportes a pesar del riesgo físico que eso representa.
El comisario Carlos Beb, jefe de la Comisaría 14, que tiene a su cargo la seguridad en ese sector dijo que les ofreció a los pilotos y ayudantes un plan estratégico de seguridad, pero no esto no los convención, según dijo el mismo jefe policial. Añadió que había conversado con el director de la Policía, Nery Ramos, para elaborar un plan.
El viernes 23, los buses no circularon, los ayudantes y pilotos confirman que los pandilleros les advirtieron que atacarán al primer autobús que empieza a prestar servicio.
Durante el fin de semana y el pasado domingo los buses no circularon debido a las amenazas de pandilleros.