Ante los reclamos de la esposa, Talamonti le respondió con fuertes golpes. Su hija, en ese entonces de 9 años, trató de defender a su madre, pero él también descargó su enojo contra la niña.
El hecho denunciado ocurrió cuando Talamonti laboraba en la Procuraduría de Derechos Humanos. Por este caso, el también exfuncionario de Presidios fue trasladado el lunes último al Centro Preventivo para Hombres de la zona 18, informó Rudy Esquivel, vocero del SP.
Según la sentencia del Tribunal especializado contra el Femicidio, Talamonti debe cumplir una condena de seis años y ocho meses de prisión.
El SP dejó a su exdirector en un lugar aislado, para evitar que sea objeto de agresiones del resto de reclusos, agregó Esquivel.
Tenía una pena menor
Anteriormente, el exfuncionario había sido sentenciado a cinco años por violencia física. Esta es la pena máxima en estos casos y que la ley permite que sea conmutable, por lo que debía pagar aproximadamente Q9 mil, pero no estuvo de acuerdo con el fallo, por lo que decidió apelarlo.
Por esa razón, el caso llegó a otro Tribunal contra el Femicidio, donde le fue dictada la pena de seis años y ocho meses de cárcel.
Por la cantidad de años que debe permanecer en prisión, Talamonti no puede recibir una medida sustitutiva para cumplir la sentencia.
Su gestión en presidios
Talamonti fue director del SP entre el 1 de abril y el 4 de agosto del 2009, según registros del Ministerio de Gobernación.
Durante esos cuatro meses, Talamonti invirtió en el mantenimiento de las antenas bloqueadoras de señal de celulares para las prisiones. La primera que inauguró fue en la cárcel de Chimaltenango, que después se comprobó que no eran del todo funcionales.
También ofreció poner su esfuerzo para reducir la corrupción y admitió que investigaría a fondo para detener a los involucrados.
Además, Talamonti creó una mesa multidisciplinaria para programas de reinserción de reos, pero se desintegró cuando dejó el puesto.