Los gobiernos de la región, especialmente en Guatemala, tratan de culpar a las bandas de traficantes de personas por los éxodos, aunque suelen obviar que una oferta permanece en el tiempo toda vez haya demanda, en este caso del servicio de coyotaje.
Aunque el costo puede ser tan variado dependiendo de muchos factores, diversas fuentes coinciden en que el monto pudo haber aumentado hasta 200 por ciento en siete años.
Según un análisis publicado en 2021 por la organización internacional Global Financial Integrity, el negocio ilícito de tráfico de migrantes en Guatemala deja a las bandas no menos US$1 mil 200 millones al año (unos Q9 mil 240 millones).
Precios
Según investigaciones y reportes de prensa, a inicios de siglo los viajes irregulares a EE. UU. desde Guatemala se cotizaban desde US$2 mil —unos Q15 mil 500—. Ya en el 2005 el monto había aumentado hasta US$4 mil y US$5 mil —de Q31 mil a Q39 mil—. Para el 2014 y 2015, ya se calculaban hasta en US$10 mil —Q75 mil—.
En el 2017, con la llegada de Donald Trump a la Presidencia de EE. UU. se produjeron severas medidas para atajar la migración irregular que requirieron para su implementación del apoyo de países como México y Guatemala. Esto impactó de nuevo en el costo.
Asimismo, en febrero del año pasado los contrabandistas de personas volvieron a incrementar los precios luego de que el Congreso de Guatemala aprobara reformas a la Ley de Migración las cuales incrementaron de ocho a 30, los años máximos de cárcel para quienes trafiquen migrantes, y penas más severas si se trafica a menores, embarazadas o si el migrante muere en el trayecto.
El costo también aumenta, como lo dictan las reglas del mercado, si la demanda crece, algo que sobra en Guatemala por las precarias condiciones de vida que hay en las comunidades rurales, escasa presencia del Estado y nulos programas serios de desarrollo, afirman especialistas en el tema migratorio.
Hoy en día, existe una variedad de factores que inciden en el precio que cobran los coyotes por el viaje a EE. UU., desde el lugar de origen, el de destino, la ruta a tomar, si se viajará solo o con un menor de edad, o incluso las comodidades para el traslado.
“El aumento de precios tiene que ver con la entrada en vigor de la Ley Anticoyotaje”, afirma Danilo Rivera, investigador de temas migratorios del Instituto Centroamericano de Estudios Sociales y Desarrollo (Incedes). Por el traslado de una unidad familiar pueden llegar a cobrar hasta US$14 mil cuanto antes costaba US$12 mil, aseveró.
Este precio incluye el traslado de una persona, los sobornos que se deben pagar a las policías de los países donde se transite, así como el resguardo en casas de seguridad, pero no la alimentación. Para esto, cada migrante debe llevar dinero aparte, comentó.
Viajes especiales
Juan José Hurtado, director de la organización Por Noj que trabaja programas de migración en comunidades indígenas, dijo que, en promedio en las áreas donde tienen incidencia, el costo de los viajes a EE. UU. se cotiza hoy en día a Q120 mil, cuando hasta hace un par de años este monto llegaba a Q100 mil.
Sin embargo, aclaró que el precio es solo una referencia porque hay “viajes especiales” que pueden llegar a costar hasta Q150 mil o más en los cuales es “relativamente más seguro” llegar a EE. UU.
Indicó que el incremento de estos precios y la seguridad que ofrecen los coyotes obedece a que deben pagar más por sobornos, no solo en México, sino también en EE. UU. Regularmente las travesías son financiadas por familiares que mandan a traer a sus seres queridos a Guatemala.
“Pareciera que los malos de la película somos todos los del río Bravo al sur y que del rio Bravo para el norte como que fueran angelitos”, ironizó Hurtado. La gente pasa, por supuesto que capturan y deportan a miles, pero “muchos logran pasar”, subrayó.
“¿Cómo lo hacen? Tiene que haber corrupción del otro lado. Se sabe de camiones que ya los están esperando del otro lado de las fronteras para llevarlos a ciudades más seguras y allá continúan con los contactos”, añade Hurtado, quien afirma que un viaje seguro significa “más mordidas”.
Según las investigaciones que ha efectuado el Ministerio Público que han dado como resultado la desarticulación de varias bandas que se dedican al coyotaje, los precios por el traslado pueden llegar hasta los Q150 mil, indicó el fiscal contra el Tráfico Ilícito de Migrantes, Stuardo Campo.
Dijo que, entre más caro sea el viaje se ofrecen menos riesgos. Por ejemplo, pagan menos quienes viajan hacinados en camiones y furgones, para “un viaje en mejores condiciones los pueden movilizar en vehículo, pero es más caro” precisó el fiscal.
Pagar más también puede representar caminar menos por el desierto. Los coyotes “conocen rutas y técnicas para no tener que caminar tanto”, agregó.
¿En aviones?
Desde hace años se conoce que los coyotes ofrecen hasta tres intentos para llegar a EE. UU., dependiendo el costo del viaje. Hay algunos más económicos, pero solo incluyen dos, refiere Fernando Castro, analista en temas de migración y quien por varios años fue consultor del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua).
Castro comentó que en los viajes que pueden llegar a costar hasta US$15 mil se contrata a un contrabandista conocido de la comunidad, quien en determinado momento puede responder a los familiares en Guatemala o EE. UU. cómo marcha la travesía.
Pero hay otros más baratos que son ofrecidos por coyotes que reclutan a sus “clientes” en la zona fronteriza de Guatemala, del lado mexicano. Son guatemaltecos que por sus propios medios llegan a la frontera. Estos traficantes les piden cierta cantidad de dinero, pero suelen dejarlos abandonados en la ruta migratoria. Son quienes, por lo regular, figuran en las tragedias.
Los que pagan hasta US$15 mil y logran llegar hasta la frontera con EE. UU. saltan el muro o lo pasan por debajo, o bien por puntos ciegos se internan al país y debe caminar parte del desierto, según Castro. Coincide con Hurtado en que hay otros viajes mucho más costosos, pero con los cuales los coyotes garantizan la llegada de un migrante.
Incluso, afirma que algunos migrantes llegan a pagar hasta US$40 mil para ser trasladados en avionetas por cielo mexicano y puestos en EE. UU. donde aterrizan en pistas clandestinas para que, desde ahí, solo tengan que caminar parte del trayecto.
También se sabe que, en otros casos, son llevados vía aérea hasta Tijuana, Baja California, México, u otra ciudad fronteriza con EE. UU. y pasan por los puntos normales de ingreso.
Campo dice que en las investigaciones que han llevado a cabo no han hallado a alguna banda que utilice esta modalidad, de hecho, lo ve difícil porque trasladar migrantes vía aérea implicaría tramitarles visa. En todo caso los coyotes pueden ofrecerlo, pero sin posibilidades de cumplir la oferta, añadió.
Castro concluye que “entre más restricciones se pongan a la migración más es el beneficio para las bandas de tráfico de personas”. En Guatemala, quienes pretenden viajar tratan de juntar la mayor cantidad de dinero para pagar por un trayecto más “seguro”.
“Es como cuando uno sale de viaje. Si el camino es largo voy a tratar de ir en un carro que me garantice llegar a mi destino, y entre más seguro sea, será más caro”, indicó.
Campo considera que cualquier viaje por muy caro se sea tiene los mismos riesgos. Como ejemplo, recordó las tragedias de Tamaulipas y Chiapas, en México, y la de San Antonio, Texas, en EE. UU. en donde los migrantes eran guiados por traficantes guatemaltecos conocidos en sus comunidades.
