Conforme se ha acentuado la crisis política y democrática en Venezuela ha crecido el número de migrantes que salen de este país, el primer destino fue Colombia donde se calcula que actualmente radican 2.5 millones de venezolanos.
Pero con el pasar de los años la migración también se dirigió hacia EE. UU. Esto ha hecho que se incremente su tránsito por Guatemala.
El número de venezolanos que fueron inadmitidos o rechazados, según el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM), pasó de 149 en 2018 a 15 mil 646 el año pasado, un incremento de 10 mil 400 por ciento. Este año, en los primeros siete meses, ya se registra la inadmisión o rechazo de cinco mil 351.
El año pasado los migrantes de este país sudamericano representaron el 65% de todas las expulsiones que registró el IGM de ciudadanos de 58 países. Le siguieron los ecuatorianos, hondureños, cubanos y haitianos, los otros grupos numerosos.
Atenciones
El IGM indicó que cuando la Policía Nacional Civil (PNC) localiza a migrantes que ingresaron sin autorización al país los traslada al Centro de Atención Migratoria para Extranjeros, en la zona 5, donde se les da asistencia humanitaria y se pone a su disposición el sistema de protección internacional, por si quieren solicitar refugio.
“Sin embargo, la mayoría solo busca transitar para llegar a México y EE. UU.”, indicó la oficina de Comunicación de la entidad.
Aunque el IGM afirma que los números que han atendido en el albergue a su cargo no han aumentado en los últimos años, instituciones caritativas sostienen que sí ha habido aumento considerable de migrantes, especialmente venezolanos.
Los no detectados
Los números oficiales de expulsiones e inadmisiones que reporta el IGM no toman en cuenta a los miles de migrantes que transitan por Guatemala sin ser detectados.
Aunque no se cuentan con estas cifras, se puede estimar que son miles. Del 2020 a 2023, 445 mil venezolanos llegaron a la frontera sur de EE. UU., el 45% lo ha hecho en los últimos nueve meses, de acuerdo con estadísticas de la oficina de la Patrulla Fronteriza de aquel país.
Gran parte de estos migrantes cruzaron primero la selva del Darién, en Panamá, y el resto de Centroamérica, incluyendo Guatemala. En cuatro años, los venezolanos pasaron a ser el segundo grupo que más llegó a la frontera sur de EE. UU., desplazando a los guatemaltecos, y solo detrás de los mexicanos.
También nicaragüenses
Nicaragua también se ha convertido en años recientes en uno de los países más expulsores de sus ciudadanos, a juzgar por las cifras oficiales. El IGM reporta un incremento de casi 200% de los ingresos regulares al país, que pasaron de 79 mil —en 2018— a 236 mil el año pasado.
A diferencia de los venezolanos, el acuerdo de movilidad CA4 les permite a los nicaragüenses estar en el país por 90 días. De los 236 mil que ingresaron a Guatemala en 2022 solo registraron su salida regular del país 67 mil, no se descarta que muchos hayan seguido su tránsito irregular por México hasta llegar a EE. UU.
El año pasado EE. UU. detuvo a 164 mil nicaragüenses luego de que ingresaron sin autorización a aquel país, un año antes fueron 50 mil. En 2020, apenas tres mil 164 nicaragüenses llegaron a la frontera sur.
Análisis
Para Úrsula Roldan, directora del Instituto de Ciencias Socio Humanistas de la Universidad Rafael Landívar, la problemática de la migración venezolana trasciende a un país, por lo tanto, todos están llamados a dar respuesta humanitaria. En Guatemala esta asistencia es proporcionada principalmente por instituciones benéficas.
Explicó que, aunque EE. UU. esté priorizando a Venezuela en sus programas de migración regular, las cuotas de visas humanitarias que ofrece no son suficientes para la enorme cantidad de venezolanos que abandona su país, esto origina que “algunos se vayan quedando en la ruta”.
En Guatemala, prosiguió, “no creo que seamos capaces de dar un aporte distinto al humanitario”, lo cual puede generar situaciones más delicadas en perjuicio de los venezolanos que se quedan en el país, como la mendicidad o la trata.
Roldán considera que países como Canadá o España deben ofrecer oportunidades de migración regular para venezolanos debido a que, en su país “no encuentran futuro y van a seguir saliendo”.
Carolina Escobar Sarti, directora de Asociación Alianza, parte del Grupo articulador de la sociedad civil en materia migratoria, expuso que las restricciones más severas a la migración irregular en EE. UU. y México han causado que cientos de venezolanos y migrantes de otras nacionalidades se queden en el país.
Lamentablemente, remarcó, “las condiciones de país que tenemos, de violencia y pobreza” da como resultado que no se pueda garantizar sus derechos humanos.
¿Por qué se quedan?
Marvin Rabanales, especialista en asuntos migratorios de World Vision, dijo que para atender a los migrantes en tránsito por Guatemala hay muchos esfuerzos “loables”, pero que son insuficientes para brindarles un tránsito seguro.
Indicó que los venezolanos que optan por quedarse en Guatemala lo hacen por varios motivos, que pueden ser, el que se les acaban los recursos, el difícil ingreso a México, casi imposible a EE. UU., o el que algunos hayan pedido acá refugio.
El especialista lamentó que muchos paren en la intemperie donde deben dormir sin acceder a servicios básicos y sin las condiciones de higiene y seguridad mínimas. “Están expuestos a caer en manos criminales que se aprovechan de su vulnerabilidad para ganar dinero”, señaló.
Democracia y migración
El analista Pablo Rangel expuso que, en el caso de Venezuela, el deterioro democrático es uno de los factores que acrecientan la migración, sumado a la situación económica “muy grave”, violencia, corrupción y al impacto que tuvo el covid-19 en la población.
En Venezuela ya no hay inversiones, lo que hace más difícil que haya trabajo y el que hay es muy mal pagado, aseveró Rangel.
Respecto a Nicaragua, dijo que la falta de democracia todavía no es la principal razón para migrar, la cual está más empujada por la pobreza, la desigualdad e inseguridad.
Roldán afirmó que el deterioro de la democracia produce crisis económicas, fuga de capitales y retiro de la cooperación internacional.