“La población retenida está compuesta mayoritariamente por refugiados que huyen de la violencia y la persecución, muchos de los cuales sufren necesidades médicas y mentales por la forma inadecuada en la que han sido tratados en custodia” , advierten en su misiva los legisladores, liderados por la demócrata Zoe Lofgren.
Esta es la segunda vez que los congresistas dan un paso al frente y se dirigen directamente al Gobierno estadounidense para pedir el cierre de estas instalaciones para indocumentados, que Obama clausuró en 2009 pero reabrió el año pasado ante el elevado número de inmigrantes que cruzó la frontera sur.
La anterior carta, enviada en mayo, estuvo firmada por 136 congresistas demócratas, entre los que destacaban la número uno y el número dos demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi y Steny Hoyer, así como el representante demócrata por Illinois Luis Gutiérrez, uno de los rostros más visibles en la lucha migratoria.
La nueva misiva está ahora en manos de diferentes congresistas y, por el momento, se desconoce cuántos estamparán en ella su rúbrica.
En ella, los legisladores exigen a Johnson que dé los “pasos necesarios y apropiados” para que la política del DHS concuerde con el reciente fallo judicial de la magistrada Dolly M. Gee de California.
Esa jueza consideró que las autoridades migratorias habían “fallado completamente” en su misión de proveer a los niños indocumentados las adecuadas condiciones sanitarias para vivir.
En su fallo, la magistrada ordenó la liberación de los pequeños al considerar que la detención de las familias de indocumentados viola un acuerdo extrajudicial de 1997 por el que los niños que llegan a EEUU de manera ilegal deben de vivir en las condiciones “menos restrictivas” posibles.
“Ya debería de haberse puesto fin a la detención de familias” , consideran los congresistas.
Esta misma semana, el Congreso acogió una emocionante audiencia en la que dos madres retenidas durante meses en estos centros exigieron hoy el cierre de estas instalaciones y denunciaron abusos de los guardias y falta de asistencia médica para sus hijos.