Los demócratas intentaron que el proyecto incluyera protección explícita para los menores migrantes, pero cedieron ante la negativa republicana.
“Al final del día, tenemos que asegurarnos que estén disponibles los recursos necesarios para proteger a los niños”, dijo la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi.
El dinero de emergencia dará una inyección financiera a las instalaciones a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, en medio de una creciente crisis por las condiciones en que se alojan a los niños, algunas veces sin jabón, pasta de dientes o duchas, con poca supervisión de adultos y comida insuficiente.
La medida financiará agencias como el Departamento de Seguridad Interna y el Departamento de Salud, desbordados por el flujo de migrantes que llegan a la frontera sur, la mayoría de Centro América.
Los dos partidos políticos de Estados Unidos han estado peleando durante meses por los fondos para la frontera.
Los republicanos insistieron en que la medida incluyera decenas de millones de dólares para pago de horas extra y otras remuneraciones para el personal en la frontera, autoridad para desplegar personal militar y para investigar a los traficantes de personas.
“Hoy prevaleció el sentido común sobre el partidismo en el Congreso”, dijo Kevin McCarthy, líder de los republicanos en la cámara baja, y demandó que los dos partidos ahora arreglen juntos el “sistema de migración roto”.
Las tensiones en la frontera las últimas semanas derivaron en una crisis a la vez que aumentó el número de migrantes.
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“Mano dura”
EE. UU. nombró este jueves como nuevo jefe de la Patrulla Fronteriza a Mark Morgan, un veterano del Gobierno de Barack Obama a favor de la mano dura en inmigración, en medio de la polémica por las condiciones de arresto de los menores migrantes y las denuncias por la continuación de las separaciones de familias.
“Morgan regresa a la Patrulla Fronteriza (…) Confío en que traerá el mismo compromiso a la agencia mientras continúa abordando la actual crisis humanitaria y operativa”, dijo el secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, en un comunicado.
La llegada de Morgan a la Patrulla Fronteriza (CBP, en inglés) se produce después de que su predecesor en el cargo, John Sanders, dimitiera el martes afectado por la controversia desatada por las acusaciones sobre las condiciones de detención de menores inmigrantes en un centro en Clint, en el estado de Texas.
Mientras, grupos proinmigrantes denuncian que la práctica de las separaciones familiares de los indocumentados que llegan se mantiene, pese a la orden ejecutiva de Trump emitida hace un año para bloquearlas tras el escándalo generado.
“La separación familiar continúa de una forma un poco diferente, no parece sistemático como era antes”, dijo a Efe Michael Garcia Bochenek, abogado de Human Rights Watch (HRW) que formó parte del grupo de juristas que visitó el centro de detención de Clint, donde entrevistaron a menores que entraron al país solos.
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