El destino de estos jóvenes estuvo en el limbo después de que Trump canceló en 2017 el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) que los protegía de la deportación y que había sido creado por su predecesor demócrata, Barack Obama.
Pero esta decisión fue impugnada y terminó en la Corte Suprema, que a mediados de junio bloqueó la decisión del Ejecutivo.
El tribunal de Maryland determinó que la rescisión del programa de protección para los “dreamers” quedó revocada y que debe restaurarse la política seguida antes de la cancelación del programa.
Varias organizaciones sociales agrupadas bajo la plataforma Home is Here (Nuestro hogar está aquí) denunciaron que pasadas tres semanas de la decisión de la Corte Suprema, el gobierno todavía no había emitido una directiva sobre cómo iba a cumplir con la decisión judicial.
En Estados Unidos, unas 700 mil personas, la mayoría de ellas de origen latinoamericano, se benefician del programa DACA.
Las organizaciones se refirieron en específico a la apertura de las solicitudes de protección del programa DACA para jóvenes que nunca hubieran hecho el trámite.
El Servicio de Ciudadanía y de Inmigración (USCIS) afirmó que las peticiones iniciales que fueron rechazadas después de la decisión de la Corte Suprema se debieron a que estaban incompletas.
La semana pasada, Trump anunció en una entrevista con la cadena Telemundo que iba a impulsar un decreto migratorio que contendrá una vía para que los “dreamers” tengan una vía para la ciudadanía.
En Estados Unidos, unas 700 mil personas, la mayoría de ellas de origen latinoamericano, se benefician del programa DACA.