Según la entidad, en los primeros tres meses de 2014 México deportó 21 mil 336 centroamericanos.
Durante todo el año pasado, México deportó a 114 mil 009 centroamericanos, mientras que 2013 cerró con 72 mil 692 expulsiones, señaló la Dirección.
De acuerdo con cifras oficiales de México, unos 200 mil 000 extranjeros indocumentados, la mayoría centroamericanos, ingresan cada año a su territorio camino a Estados Unidos.
Algunos de ellos pagan a traficantes conocidos como “polleros” o “coyotes” para que los guíen en su ruta clandestina y muchos son víctimas de robo, extorsión, violación, trata, secuestro y asesinato por parte de organizaciones del crimen organizado, así como de abusos por parte de las autoridades.
Para frenar la migración ilegal, Guatemala, Honduras y El Salvador impulsan con apoyo de Estados Unidos un plan que busca mejorar las condiciones económicas y atacar la criminalidad, vinculada principalmente con la operación de pandillas y el narcotráfico.
Los tres países estuvieron en el centro de una crisis humanitaria por la migración de millares de menores sin compañía de adultos hacia Estados Unidos, y al pasar por México enfrentan condiciones deplorables, según especialistas.
“México se convierte en un limbo donde no sabemos con exactitud qué está sucediendo y lamentablemente las políticas de protección a la infancia migrante en México son deplorables”, comentó en Panamá el mexicano Juan Martín Pérez, secretario ejecutivo de la Red Latinoamericana y Caribeña de la Defensa de los Niños y Adolescentes.