En los primeros cuatro días del 2018, ya habían sido deportados 600 guatemaltecos de Estados Unidos, país en el que se estima que hay más de tres millones de connacionales, 800 mil en condición de indocumentados, según el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex).
El año pasado fueron deportados un total de 32 mil 833 guatemaltecos desde Estados Unidos y 56 mil 142 desde México.
La postura de Trump
El presidente de EE. UU., Donald Trump, aseguró el marte pasado que quiere una reforma migratoria acordada por republicanos y demócratas que proteja de la deportación a los jóvenes indocumentados conocidos popularmente como “dreamers” (soñadores), pero volvió a poner como condición la construcción del muro.
Hay que aprobar una “ley de amor”, dijo Trump en una reunión sobre inmigración en la Casa Blanca con legisladores de ambos partidos. “Espero que presentemos una respuesta para DACA”, manifestó.
DACA es el programa con el que el demócrata Barack Obama protegió de la deportación a cerca de 800 mil jóvenes indocumentados que llegaron de niños a Estados Unidos, otorgándoles permisos de trabajo y residencia temporales.
La administración Trump canceló el programa en septiembre pasado e instó al Congreso a buscar una solución legislativa. Los permisos de los “dreamers” comenzarán a caducar en marzo. Si para entonces no hay una ley que los proteja, quedarán expuestos a la deportación a países con los que en muchos caso carecen ya de todo vínculo.
“Ustedes van a presentar una solución y si lo hacen, yo firmaré esa solución”, dijo Trump a los legisladores durante un encuentro en el que volvió a situar el muro que quiere construir en la frontera con México como condición. “Si no tenemos el muro, no tenemos seguridad”, señaló.