Atravesar la frontera entre ambos países representa una viaje peligroso. Solo las condiciones extremas en el medio ambiente junto con la falta de refugio, alimentos y agua adecuados causaron 156 fallecidos, según el reporte presentado este martes 12 de septiembre de 2023.
Pero esas, no fueron las únicas cifras, pues casi la mitad de las muertes (307) se produjeron durante la travesía por los peligrosos desiertos de Sonora y Chihuahua, que incluso es superior a la de los migrantes fallecidos al atravesar el Sahara al norte de África (al menos 212 en 2022).
Se menciona también, entre las principales causas de muerte en la vasta frontera, 212 casos de ahogamiento y 71 más por accidentes de vehículos o con relación al transporte peligroso.
De la región del Norte y Centro de América, según la OIM, los países con el mayor número de migrantes fallecidos fueron México, Guatemala y Cuba.
Los datos se registraron en el informe anual del proyecto de Migrantes Desaparecidos (MMP), que desde 2014 hace un seguimiento constante de víctimas en rutas migratorias, y que según la organización “ponen en evidencia que las muertes siguen subiendo y que los peligros que los migrantes enfrentan en la región son cada vez mayores”.
Según el reporte, 2022 fue también el año con más muertes y desapariciones de migrantes en todo el continente americano, sumando 1 mil 457 en total. Una cifra que resulta siendo la más elevada desde que el MMP inició sus actividades en 2014.
A pesar de eso, se alerta que incluso las cifras podrían ser más elevadas de lo que indican los datos disponibles debido a la falta de información oficial, especialmente del condado fronterizo en Texas y de la agencia mexicana de búsqueda y rescate.
Esta tendencia llevó a que la OIM, a través del proyecto de Migrantes Desaparecidos, determinara lo mortífero que fue el cruce de la frontera en 2022, lo cual la ha convertido en la ruta migratoria terrestre más peligrosa del mundo.
“Estas alarmantes cifras son un crudo recordatorio de la necesidad de que los Estados accionen firmemente”, dijo Michele Klein Solomon, Directora Regional de la OIM para Norteamérica, Centroamérica y el Caribe, citada en el comunicado publicado por la organización.
“Mejorar la compilación de datos es crucial”, para que los Estados los tomen de base para trabajar en temas de rutas migratorias.
El informe también resalta una tendencia preocupante de aumento de las muertes en las rutas migratorias del Caribe, con 350 muertes documentadas en 2022 en comparación con 245 en 2021.
Las rutas marítimas más peligrosas de la región incluyen aquellas con destino a Estados Unidos, el trayecto desde el Caribe a América Central y el viaje de República Dominicana a Puerto Rico. Migrantes de República Dominicana, Haití y Cuba representaron la mayoría de las muertes en la zona del Caribe.
La inhóspita selva de Darién en la frontera entre Panamá y Colombia, por donde también pasan rutas migratorias hacia Estados Unidos, registró 141 muertes documentadas de migrantes en 2022, en comparación con 51 en 2021 y 26 en 2020. Sin embargo, la OIM señala que estos datos son solamente una estimación.