Los migrantes, de Centro América y Haití, habían dormido en la comunidad de Ulapa, decidieron avanzar sobre la carretera costera durante la madrugada, a fin de evadir a los cuerpos de seguridad, que realizaban patrullajes de inspección.
Alrededor de las 6 de la mañana (11h00 GMT), el grupo detuvo su marcha debido a una intensa lluvia guareciéndose en puestos de comida y viviendas a unos 200 metros de la entrada de Mapastepec, hasta donde llegaron los agentes para detenerlos.
Los migrantes armados con piedras enfrentaron a la Guardia Nacional que repelió la agresión con sus equipos antimotines, iniciándose una persecución sobre la carretera y entre matorrales.
Los extranjeros lanzaron piedras a los vehículos del Instituto Nacional de Migración. Una hora después, los agentes seguían buscando a los migrantes que se dispersaron a lo largo de la carretera y a los costados.
Los migrantes que consiguen escapar de los operativos suelen refugiarse en comunidades de la zona, donde se reagrupan para nuevamente intentar avanzar.
En tanto, un nuevo grupo de unos 300 migrantes, la mayoría de nacionalidad haitiana, partieron alrededor de las 8 de la mañana (13h00 GMT) desde la ciudad de Tapachula, informó la policía estatal, cuyos agentes los iban escoltando.
Los migrantes, que huyen de la violencia y la pobreza en sus países de origen, buscan llegar a Estados Unidos para pedir refugio.
Tras la llegada del demócrata Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos, se ha multiplicado el número de migrantes que intentan cruzar ilegalmente desde México, muchos de ellos menores de edad.
Para contener la migración ilegal, el gobierno mexicano tiene desplegados más 27.000 efectivos de las fuerzas armadas en sus fronteras sur y norte.