Los operativos para la detención se efectuaron un día antes de que el secretario de Seguridad Nacional de EE. UU., Kevin McAleenan, visitara el país y se reuniera con sus homólogos de Guatemala, Honduras y El Salvador, por lo cual son calificados por analistas del tema como un intento por congraciarse con ese país.
El Ministerio Público (MP) informó que apeló la resolución del Juzgado Segundo de Primera Instancia Penal.
Everildo Rodas Chilel fue liberado de toda culpa, mientras que el resto fue ligado a proceso por asociación ilícita, tráfico ilícito de personas y tráfico ilegal de guatemaltecos, a los ochos se les impuso fianzas que van de los Q20 mil a los Q40 mil, además, seis de ellos deben residir en la zona 6, presentarse cada 15 días a controles biométricos y tienen prohibición de abandonar el país.
¿Para qué los operativos?
La captura y posterior libertad bajo fianza de los detenidos hace dudar a analistas en el tema migratorio de la efectividad de estos operativos para desarticular bandas de tráfico de personas, toda vez que muchos de los actores que favorecen la migración irregular están en las propias comunidades y a que la demanda de esos “servicios” sigue siendo alta.
El analista en temas migratorios, Pedro Pablo Solares, comentó que “ya vamos tarde” si lo que se trata es de desarticular bandas organizadas puesto que el estado tiene una limitada capacidad de enfrentarse a ellas, pero lo más importante, en las comunidades hay actores orgánicos que facilitan la migración.
“En vista de la escasa y en algunos casos nula presencia del sistema de justicia es altamente improbable que —el coyotaje— pueda ser combatido desde una perspectiva de justicia y seguridad”, manifestó Solares.
“Mucha de la migración viene de departamentos como Huehuetenango donde, sino estoy mal, solo hay una agencia del MP y hay muchos municipios donde no hay presencia policial, entonces ¿con que fuerzas se puede combatir?, cuestionó.
Para el también abogado, la experiencia que ha adquirido luego de años de tratar la migración desde las comunidades muchos de lo que integran estas bandas simplemente son vecinos que aportan recursos para los viajes, puede ser un comerciante o el pastor de la iglesia, que incluso pueden influir en la decisión de con qué coyote se viaja.
Agregó que el dinero lo facilitan toda vez haya algún bien, sobre todo inmueble, que pueda dejarse como garantía.
Coyotaje en Guatemala aún es tradicional
Úrsula Roldan, directora del Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales de la Universidad Rafael Landívar, coincidió en que los coyotes gozan de la confianza en la comunidad y son responsables de llevar a las personas hasta su destino, por lo cual las grandes bandas delictivas son más bien de trata de personas y operan principalmente en México.
No obstante, expuso que estos coyotes deben negociar con estructuras criminales en el vecino del norte para transitar por ese territorio.
“El mayor esfuerzo no está en Guatemala porque las bandas como tal que secuestran y extorsionan están más en México y a veces incluyen hasta las fuerzas de seguridad del estado”, precisó Roldán.
¿Fue un show?
Ambos expertos consideran que el operativo de la captura de los integrantes de la banda pudo haber sido una acción que se adoptó a manera de “show” para complacer al gobierno de EE. UU. a propósito de que un día después arribaría el secretario de Seguridad Interna de ese país.
“A mí me queda una sensación de que hay un alto tinte político en esos operativos para complacer la línea que ha tomado la administración de Estados Unidos que está en año preelectoral y en una campaña de reelección del presidente Donald Trump”, expuso Solares.
Mientras que Roldán indica que, si no se trató de deficiencias en la investigación del MP o tráfico de influencias, la liberación de los nueve detenidos por supuesto tráfico de migrantes envía el mensaje de que el operativo pudo efectuarse solo para “mostrar resultados ante el gobierno de Estados Unidos”.
“A mi me puede decir que solamente fue un “show” para decirle a Estados Unidos que están cumpliendo con lo que ellos quieren que es combatir el tráfico de personas”, subrayó.
Ambos analistas también están de acuerdo en que abordar la migración irregular desde un punto de vista de seguridad y justicia no hará que merme el flujo de personas que se van a EE. UU., lo cual ocurrirá hasta que cambien las condiciones socioeconómicas en los países de Centroamérica.
Se intentó tener una versión del Ministerio de Gobernación, pero el portavoz de esa institución no atendió las llamadas telefónicas.
Sobre la banda
El pasado 29 de mayo fueron detenidos nueves personas en la llamada Operación Mérida, todas sindicadas de pertenecer a una estructura que cobraba hasta US$11 mil 500 por traficar migrantes.
Los operativos se desarrollaron en Guatemala, Jalapa, San Marcos y Quetzaltenango, en busca de presuntos integrantes de la organización delictiva. Ese día fueron rescatados varios migrantes centroamericanos que estaban retenidos por esa estructura.
Según la investigación de la Unidad contra el Tráfico Ilícito de Migrantes del MP, los traficantes trasladaban a migrantes procedentes de Sudamérica, República Dominicana, Cuba y Centroamérica que buscaban llegar a los Estados Unidos.
La estructura delictiva recibía a los indocumentados desde las fronteras con El Salvador y Honduras y los trasladaban en transporte público o particular, incluso taxis, hacia la capital, donde los retenía en bodegas, para luego partir hacia el paso fronterizo Gracias a Dios, Huehuetenango, para luego seguir hacia México.
Una vez en México, el punto que normalmente utilizaban para ingresarlos a Estados Unidos era la frontera Miguel Alemán.
Según el MP, la estructura delictiva habría movilizado por territorio guatemalteco a unos 800 migrantes por año y habría obtenido ganancias ilícitas hasta de US$10 millones.
Ligados, pero libre con medida sustitutiva
- Lidia Fausta Mérida López, jefa.
- Rhina Idalia Salazar Pérez, guía.
- Bernardo de Jesús Barrios Mérida, guía.
- Luis Augusto Torres Rosales, transportista.
- Dulce Yoheni Barrios Mérida, guía y testaferro.
- Pascual López Miguel, alias Gato, transportista.
- Wilson Estuardo Barrois Rodas, alias Seco, guía.
- Elder Hipólito Reyes, bodeguero.
- Everildo Rodas Chilel, alias Lilo, coordinador.
En libertad por falta de mérito
- Everildo Rodas Chilel, alias, Lilo, coordinador
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