Además, EE. UU. ha financiado desde el 2014 el Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte (PAPTN) junto a los gobiernos de El Salvador, Honduras y Guatemala. Desde ese año las autoridades estadounidenses aportaron US$1 mil 800 millones –unos Q13 mil 932 millones—. Parte de esos recursos se invirtieron o están destinados para ejecución de proyectos.
El plan comenzó a implementarse el 1 de octubre de 2014 y durante el periodo de funcionamiento han sido deportados 212 mil 844 guatemaltecos de EE. UU.
En el 2015 se registró el mayor flujo migratorio, con 75 mil 45 connacionales retornados. En el 2016 disminuyó la cantidad de deportaciones y fueron 56 mil 142.
En tanto, en el 2017 retornaron a 33 mil 71 guatemaltecos, pero este año la migración a EE. UU. se incrementó, ya que hasta el 18 de diciembre último hubo 49 mil 444 deportados.
El vicepresidente Jafeth Cabrera explicó: “Nunca nos han dado dinero para ese tema —migración— y está el Triángulo Norte que estamos trabajando. Guatemala ha sacado una cantidad de dinero —Q22 mil 700 millones— para fortalecer los procesos de desarrollo en la frontera y no hemos recibido fondos directos. Algunas corporaciones de los EE. UU. como Usaid y otras instancias son las que manejan el dinero”.
El comisionado presidencial para la Competitividad e Inversión, Víctor Asturias Cordón, informó que la propuesta de México no relega el PAPTN y es un “complemento” de áreas de desarrollo para disminuir la migración.
“Ambos planes se complementan para trabajar con la visión compartida de todos los sectores para generar territorios más competitivos que logren dar oportunidades de desarrollo a cada ciudadano, y así tener más familias unidas que fomenten sociedades unidas”, señaló el comisionado presidencial.
Desarrollo en el sur
El plan que propuso México tiene la intención de reactivar económicamente los estados del sur de ese país —Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán— por medio de proyectos energéticos, de transporte e infraestructura.
EE. UU. respalda el proyecto que propuso el 12 de julio pasado Andrés Manuel López Obrador, luego de ser electo presidente.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, expuso: “México y Estados Unidos se comprometen a fortalecer y ampliar nuestra cooperación bilateral para fomentar el desarrollo económico y aumentar la inversión en el sur de México y Centroamérica para crear una zona de prosperidad”.
El Departamento de Estado de EE. UU. detalló que US$2 mil millones —unos Q15 mil 480 millones— se invertirán en el sur de México. Además, el canciller explicó que, en total, el gobierno estadounidense prometió aportar a ese país US$4 mil 800 millones —unos Q37 mil 752 millones—.
Los nuevos polos de desarrollo económico en el sur de México son las alternativas que proponen esos gobiernos para atraer a centroamericanos con intenciones de trabajar y radicar en áreas con proyectos productivos.
El gobierno mexicano tiene previsto para el 2019 invertir en el sur de ese país US$3 mil 585 millones —unos Q27 mil 747 millones— en el Tren Maya, el Tren Transístmico, la refinería de Dos Bocas en Tabasco y el proyecto Sembrando Vida.
El canciller de México agregó que los sectores privados serán apoyados en el sur de México y también los inversionistas.
Agregó: “México y Estados Unidos colaborarán con los bancos multilaterales de Desarrollo para promover la inversión y el desarrollo económico en el Triángulo del Norte. Asimismo, aprovecharán los recursos de las capacidades de financiamiento para orientar mejor las inversiones en la región”.
Respecto del nuevo plan que anunció México, el vicepresidente Cabrera dijo: “Es un tema tan complicado y México, que es la frontera inmediata, creo que tiene que atender esta situación”.
Percepciones
Sobre el o plan de inversión en México, el ministro de Economía Acisclo Valladares Urruela, comentó: “En el proceso que arranca en el 2014, el año pasado, con el cambio de administración en los Estados Unidos, se incorpora México, como clave en este esfuerzo para hacer un plan en todos los países afectados”.
Valladares Urruela dijo que todos los migrantes pasan por México y este país puede apoyar para disminuir el éxodo.
El funcionario resaltó: “Lo único que reduce la migración es el trabajo, entonces debemos apostar a la generación de empleo, que se logra otorgando a los inversionistas de estabilidad política, seguridad jurídica y reglas claras, que son los ingredientes básicos que pide cualquier inversionista y son en los cuales debemos trabajar”.
El excanciller Fernando Carrera expuso que el plan que impulsa México es “un proyecto a gran escala que complementa al Triángulo Norte”, y que no tiene nada que ver con que el gobierno estadounidense prefiera a las autoridades mexicanas.
“Es una propuesta de México a la que se suma Estados Unidos y se planteó en la coyuntura de la crisis migratoria. Estados Unidos necesita la colaboración de México, por sus políticas migratorias, y ellos —México— pusieron condiciones”, analizó Carrera.
La directora del Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales de la Universidad Rafael Landívar, Úrsula Roldán, resaltó que México, al impulsar un plan en el sur de su territorio, se suma al desarrollo, pero recalcó que EE. UU. muestra su respaldo porque en Centroamérica no encontró aliados transparentes.
“En los últimos años los gobiernos de Guatemala y Honduras reflejaron debilidad en la lucha contra la corrupción e inestabilidad política. Por eso el nuevo gobierno de México, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, viene a ser el interlocutor en la región”, comentó Roldán.
Según la experta, el aval de EE. UU. al plan de México tiene dos connotaciones: “El gobierno estadounidense no confía en los gobiernos nuestros y eso hay que tomarlo muy en serio. Además, a México le interesa desarrollar sus áreas pobres”.
Cuerpo de Jakelin se espera el domingo
El cuerpo de Jakelin Caal, la niña guatemalteca que falleció el 8 de diciembre último mientras permanecía en custodia de la Patrulla Fronteriza de EE. UU., será repatriado el próximo domingo, informó la Cancillería.
La niña, originaria de una remota aldea de Raxruhá, Alta Verapaz, retornará de la peor manera, como nunca lo hubiera esperado la familia. En un ataúd será recibida en el aeropuerto La Aurora la menor que partió junto con su padre, Nery Caal, hacia EE. UU., con la idea de tener una vida mejor.
Ambos se entregaron a la Patrulla Fronteriza el 6 de diciembre, y dos días después la niña falleció. Las causas aún se investigan, al tiempo que su muerte ha desatado gran polémica en EE. UU., donde el debate migratorio se mantiene candente desde que el presidente Donald Trump llegó a la Presidencia.
Un grupo de abogados que representa a la familia exigió ayer una investigación exhaustiva e independiente.
De acuerdo con los abogados, el padre de Jakelin les dijo que ni él ni la niña recibieron agua la noche que fueron detenidos, y solo les dieron galletas, declaración que contradice lo expuesto con anterioridad por el Departamento de Seguridad Nacional, que afirmó que los detenidos habían tenido acceso a agua, alimentos y baños durante su detención en Nuevo México.
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