De acuerdo con datos de la iniciativa Trac Immigration de la Universidad de Syracuse, Nueva York, que recopila información de las cortes de Inmigración de EE. UU., hasta el 30 de noviembre pasado se contabilizaban 14 mil 282 guatemaltecos que fueron retornados a México, la mayoría a Tijuana, Baja California, y Ciudad Juárez, Chihuahua.
A otros, quienes tienen asignadas sus cortes de inmigración en San Antonio o Harlingen, ambas ciudades de Texas, habrían sido enviados a Reynosa y Heróica Matamoros, en el estado mexicano de Tamaulipas, conocido porque es un lugar con fuerte presencia del narcotráfico.
De los más de 14 mil casos de solicitudes de asilo de guatemaltecos, hay cinco mil 860 casos que están pendientes de resolución, a cuatro mil 142 les han emitido una orden de deportación, uno ha firmado su salida voluntaria y apenas a 5 le han concedido la protección solicitada. El sitio no tiene conocimiento de cuántos han retornado a sus países de origen.
Los números confirman, a criterio de organizaciones promigrantes, que el gobierno de EE. UU. endureció como nunca las políticas de migración y que el asilo tan ansiado por el que huyen miles de centroamericanos se ha vuelto casi inalcanzable.
En grave riesgo
La devolución de migrantes a las ciudades fronterizas de México supone no solo un duro golpe para la intención de los centroamericanos de internarse en EE. UU., sino que, además, un riesgo para sus vidas ya que son devueltos a un país que no puede garantizarles su integridad física.
Fernando García, director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos
Recientemente fue noticia el hallazgo del cuerpo de un migrante salvadoreño dentro de unas maletas en Tijuana. El migrante fue descuartizado.
El diario La Opinión, de Los Ángeles, reportó que fue identificado solo como Jorge, de 35 años, quien hace apenas dos meses había solicitado asilo en la ciudad estadounidense de San Ysidro, California, con su esposa y sus dos hijos. Un juez les permitió a los tres ingresar a EE. UU. luego de conocer del homicidio.
Además, organizaciones promigrantes han denunciado que los solicitantes de asilo que han sido devueltos al vecino del sur bajo el programa Quédate en México son víctimas frecuentes de robos, asaltos y extorsiones puesto que los delincuentes exigen dinero a sus familiares en EE. UU. a cambio de no hacerles daño.
Fernando García, director ejecutivo de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, organización pro migrante establecida en El Paso, Texas, señaló que, desde un principio, Quédate en México fue una medida no para atender los casos de asilo, sino para rechazar a los solicitantes, con una acción que los pone en grave riesgo.
Citó que, por ejemplo, en Ciudad Juárez ocurren entre cinco y 10 homicidios al día y que esa ciudad terminará con “miles de asesinatos” este año.
García agregó que los migrantes pasan penas. Por ejemplo, hoy en día cientos permanecen en carpas en especies de campamentos donde deben soportar temperaturas cercanas a los 0 grados centígrados.
“Tampoco tienen comida ni agua potable, ni baños, tampoco asesoría legal ni servicios médicos; nosotros hemos tenido que llevarles medicinas . Son miles los que están en esos campamentos”, aseguró el activista, quien no duda en calificar la política de devolución de “racista y xenofóbica” y que ha causado efectos “catastróficos”.
“El objetivo es desesperarlos”
Walter Batres, director de la Red Migrante Guatemalteca, organización de California que ha llevado ayuda humanitaria a Tijuana, comentó que la situación se ha complicado debido a que, contrario a lo que pudiera pensarse, en los últimos meses han llegado cientos de migrantes mexicanos que buscan asilo en EE. UU. que también les ha sido negado.
Los mexicanos arriban principalmente de los estados del sur de México: Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Chiapas.
Batres refirió que los demandantes de protección siguen aumentando ante “la ausencia total de los estados”, México y EE. UU.
“Yo no veo ningún planteamiento serio de México solo veo un acoso por parte de la Guardia Nacional que está en las aduanas cuando debería estar para dar auxilio a los ciudadanos vulnerables”, expuso el líder migrante.
Añadió que el acoso de las autoridades mexicanas ocurre con el objetivo de desesperar a los migrantes para que retornen a sus países; incluso, aseguró que grupos humanitarios que pretenden ingresar a EE. UU. con ayuda para los migrantes han tenido problemas y no los dejan entrar.
“Ellos están instruidos por sus jefes de que toda la ayuda que sea para los migrantes que sea rechazada y que les hagan la vida imposible a uno y te cobren mucho dinero para que no le quede a uno ganas de ayudar”, añadió Batres.
La política Quédate en México se implementó a raíz de la emergencia humanitaria que surgió en la frontera sur de EE. UU. por la llegada de caravanas de migrantes que surgieron a partir de octubre del 2018.
México aceptó recibir a los migrantes a su país. Hoy en día EE. UU., además del acuerdo con su vecino del sur, también ha firmado convenios con Guatemala, Honduras y El Salvador con el objetivo de que estos países también reciban a solicitantes de asilo, y ponerle así cerrojo al ingreso de personas que solicitan protección.
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