Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional, informó recientemente que los oficiales de inmigración ya no pueden detener y deportar a personas de EE. UU. únicamente porque ser indocumentados.
En un memorando dirigidos a los funcionarios de la Agencia de Inmigración y Fronteras, Mayorkas describió nuevas pautas que dirigen a los oficiales de Inmigración y Control de Aduanas a centrarse en el arresto y deportación de inmigrantes que representan una amenaza para la seguridad nacional y fronteriza de EE. UU., así como la seguridad pública, según recoge una publicación de “CNBC”.
Lo anterior incluye a personas sospechosas de terrorismo o espionaje, quienes han cometido delitos graves y migrantes que cruzaron de forma ilegal la frontera entre Estados Unidos y México después del 1 de noviembre de 2020.
De acuerdo con un comunicado de Seguridad Nacional, las pautas requieren una evaluación caso por caso para determinar si las personas pertenecen a las categorías de prioridad.
Agrega que a los oficiales del ICE ya no se les permitirá arrestar y deportar a migrantes indocumentados que durante mucho tiempo han sido “miembros contribuyentes” de la comunidad estadounidense, incluidos líderes religiosos, trabajadores agrícolas y trabajadores de la salud de primera línea.
Las pautas también prohíben a los agentes del ICE arrestar a migrantes cuyo estado sea revelado por “empleadores sin escrúpulos”, siempre y cuando no cometan un delito mayor. El documento añade que las nuevas pautas entran en vigencia este lunes 29 de noviembre.
“Nos guiamos por el conocimiento de que hay personas en nuestro país que han estado aquí durante generaciones y han contribuido al bienestar de nuestro país”, apuntó Mayorkas en el documento.
Agregó que “mientras nos esforzamos por brindarles un camino hacia el estatus, no trabajaremos en conflicto gastando recursos buscando eliminar a aquellos que no representan una amenaza y, de hecho, fortalecer a nuestra Nación”.
Las nuevas pautas marcan un cambio en la política de inmigración de Estados Unidos que puede salvar a muchos de los inmigrantes indocumentados que estaban en riesgo de deportación bajo la administración Trump, que había permitido el arresto de cualquier persona que resida ilegalmente en el país.
Aproximadamente 11 millones de inmigrantes indocumentados viven en Estados Unidos, según el documento.
Si bien el presidente Joe Biden ha prometido luchar por un camino hacia la ciudadanía, los esfuerzos para establecer un proceso de legalización se han enfrentado a numerosos obstáculos en el Congreso este año.
La administración Biden también enfrenta duras críticas por su respuesta a la migración en la frontera entre Estados Unidos y México. Los legisladores demócratas y los defensores de la inmigración han condenado el uso por parte de la administración del Título 42, una política de salud pública de la era Trump que deporta a los migrantes sin darles la oportunidad de solicitar asilo. Los niños no acompañados están exentos.