Migrantes

EE. UU. proyecta aumento de presupuesto para Centroamérica en el 2022

De la región, Guatemala es el país que recibiría más recursos, según la solicitud que hizo el Gobierno de EE. UU. el pasado 28 de mayo.

La pobreza y falta de empleo en las áreas rurales obliga a las personas a migrar. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

La pobreza y falta de empleo en las áreas rurales obliga a las personas a migrar. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Para el 2022, EE. UU. prevé una ayuda para Centroamérica por US$832.6 millones, la cifra supone un importante aumento de US$326.67 millones respecto a lo que el Congreso aprobó para el 2021 y que fue US$505.9 millones.

El incremento presupuestario va en la línea de lo que ha dicho la administración del presidente Joe Biden desde que llegó a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, de que la ayuda tiene que ser utilizada para combatir las causas estructurales de la migración irregular.

Un reporte divulgado por la Oficina en Washington para Asuntos de Latinoamérica (Wola, en inglés) detalla que la solicitud de la millonaria asignación que el legislativo estadounidense debe aprobar fue enviada al Congreso el pasado 28 de mayo. Del total de la asistencia, US$496.85 millones son para organismos regionales que funcionan en el istmo.

Mientras que, para los países, se contempla asistencia para Guatemala —US$127.45 millones—, el país que recibiría más ayuda, seguido de El Salvador y Honduras —US$95.8 millones, cada uno— y Nicaragua —US$15 millones—.

Reenfoque de ayuda

Un reportaje reciente del medio The New York Times reveló que en 10 años solo Guatemala ha recibido US$1 mil 600 millones de ayuda estadounidense con escasos resultados. Gran parte de los recursos, que son sido invertidos principalmente a través de contratistas privados, se destina al pago de sueldos, utilidades y gastos generales, dijo el medio.

Además, cita a dos proyectos, uno en el cual parte de sus recursos lo utilizó para la construcción de letrinas y otro que consiste en la creación de una aplicación que permite a los pobladores monitorear cómo la municipalidad gasta los recursos.

Ninguno se acerca al objetivo de reducir la migración irregular hacia EE. UU.

Aunque las precariedades sociales y la corrupción son parte de las preocupaciones, varias encuestas y estudios concluyen que la mayoría de las personas en la provincia migran por falta de empleo o por razones económicas.

Siete de cada 10 guatemaltecos migra por necesidad de un empleo. Guatemala busca aumentar las inversiones de EE. UU. en el país para que se produzcan más oportunidades de desarrollo. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Un estudio del año pasado del Wilson Center, una organización de análisis con sede en Washington, D. C., precisa que del 2016 al 2020 Guatemala fue el país que más ayuda ha recibido de EE. UU. con un estimado de US$443.9 millones. En ese lapso, Honduras recibió US$339.1 millones y El Salvador US$244.1 millones.

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Soluciones integrantes

Aracely Martínez, directora de la Maestría en Desarrollo de la Universidad del Valle, expuso que, para que los programas de EE. UU. tengan impacto en Guatemala, contrario a lo ocurrido con el Plan Alianza para la Prosperidad que fue un “fracaso total”, se tienen que pensar estrategias integrales, que al mismo tiempo que busquen el desarrollo de las comunidades, también propicien la llegada de los servicios del Estado.

Aracelly Martínez, directora de la Maestría en Desarrollo, Universidad del Valle

Otro aspecto que Martínez menciona como urgente de abordar es atender a los desplazados climáticos, como las comunidades afectadas por las tormentas ETA e IOTA del año pasado, puesto que “están en total abandono” y ya han comenzado a migrar.

A criterio de Martínez, EE. UU. también debe reenfocar geográficamente su ayuda, puesto que tradicionalmente implementa proyectos en el altiplano occidental, una zona “sobre diagnosticada”, cuando hay áreas en el oriente guatemalteco, Petén y las Verapaces que están en igual o peor situación.

Además, añade, si EE. UU. quiere reducir la migración irregular, debe promover un enfoque más humanitario que de seguridad en las fronteras y facilitar oportunidades de reunificación familiar.

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Necesitamos trabajo estable

Ofelio Morales es alcalde de Concepción Tutuapa, San Marcos, uno de los municipios que desde hace varios años experimenta un aumento de la migración. El edil dice de forma tajante que la ayuda que han llevado distintas organizaciones a las comunidades es “bienvenida”, pero que eso no detiene la migración.

El 70% de los guatemaltecos vive en extrema pobreza. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

“Aquí pueden mandar ayuda, pero lo que la gente quiere es trabajo, aunque ganen poquito, pero que tengan trabajo permanente”, dijo Morales.

Actualmente, agencias de Naciones Unidas impulsan en ese municipio proyectos de emprendimiento para jóvenes en áreas como repostería y carpintería, cuenta el alcalde de Concepción Tutuapa; sin embargo, el problema es que “cuando ven que la gente que se va a EE. UU., construye sus casas o compran un su terreno, dicen ‘yo también me tengo que ir’ porque no tienen un trabajo estable”.

En un intento por paliar la falta de empleo en el municipio, la comuna contrató el año pasado a 45 jóvenes maestros recién graduados para que dieran clases, pese a que la educación no es una obligación del municipio, sino del Ministerio de Educación.

Este año hizo lo mismo con otros 65. Morales afirma que para darle oportunidad a todos los jóvenes, los grupos fueron de distintas personas.

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“Mi sorpresa fue que me enteré de que algunos del primer grupo ya nos mandaron saludos desde EE. UU. y ni lo sabíamos”, señaló el jefe edil. “Para mi, la solución para frenar la migración sería que grandes firmas como maquilas, granjas o supermercados vinieran a invertir en el municipio”, dijo.

Rosario Martínez, directora del Programa Migración y Desarrollo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) indicó que uno de los problemas en el pasado es que los emprendimientos que se impulsan no han logrado escalar a mediana ni siquiera pequeña empresa, por lo cual es necesario un acompañamiento del Estado.

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Dijo que dichos emprendimientos deben basarse en diagnósticos territoriales que definan las oportunidades existentes en la localidad, asimismo tienen que ser innovadores y responder a los intereses de la juventud.

Además, precisó que los proyectos de cooperación deberían fortalecer las cadenas productivas para que los productores participen en todos los procesos de comercialización de un producto y tengan ganancias; por ejemplo, que no solo siembren y cultiven el café, sino que tengan la capacidad de molerlo, procesarlo, empaquetarlo y venderlo y hasta exportarlo.

Reto demasiado grande

El analista experto en migración, Pedro Pablo Solares, considera que disuadir la migración irregular con la cooperación es “un reto que se ve demasiado grande”, puesto que esta tendrá que competir con las remesas familiares que suman 50 o 100 veces más de la ayuda que se plantea recibir.

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“Las remesas no solo son mucho mayores que la cooperación, sino que además son un influjo que llega directo al bolsillo del receptor, casi al 100%, sin pérdidas de intermediarios, como lo tiene la costosa burocracia de la cooperación internacional”, señaló.

Solares agrega que para que la cooperación sea funcional tiene que haber un cambio de la visión con la que esta se maneja y que hasta ahora se ha enfocado en ciertas y escasas comunidades.

Para disminuir la emigración masiva, enfatiza el analista, tiene que plantearse una cooperación “más profunda y menos de fachada” que sea capaz de propiciar oportunidades de desarrollo en “territorios completos que han sido excluidos históricamente por la estructura económica el país”.

 

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