El vuelo procedía de McAllen, en el estado de Texas, que junto a Meza, en el estado de Arizona, son dos de las ciudades estadounidenses de donde más despegan los aviones que trasladan a los migrantes deportados a Guatemala.
Durante lo que va de 2022, según datos del Instituto Guatemalteco de Migración, poco más de 12.000 personas han sido deportadas desde EE. UU. a la nación centroamericana.
La cifra es aún lejana a las registradas antes de la pandemia, ya que en 2018 y 2019 fueron devueltos a Guatemala más de 50 mil personas cada año vía aérea desde Estados Unidos, y si se mantiene el ritmo actual, no se superará en 2022 la barrera de los 40 mil deportados.
De vuelta a la pobreza
Un estudio divulgado en marzo pasado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) determinó que el 66 % de los menores de edad deportados en Guatemala vuelven a hogares donde no hay acceso a inodoros, solamente a letrinas y fosas sépticas.
El documento, elaborado tras más de 2 mil 500 entrevistas a menores de edad deportados, concluyó que uno de cada tres niños que son retornados obligatoriamente al país no cuenta con agua potable en sus viviendas.
El estudio también detalla que un 60% de las niñas migrantes viajó acompañada de un traficante de personas, mientras que en el caso de los niños la cifra es del 56%.
Sobre los motivos para migrar, el 74% de los menores entrevistados aseguraron que lo hacían por las “mejores condiciones de vida” que podían encontrar en Estados Unidos. Otro 40% mencionó la reunificación familiar y un 2% puso como razón para emigrar la violencia en el territorio.
Los estados a los que más emigran los menores guatemaltecos son California, Florida, Nueva York y Texas, de acuerdo con el mismo informe, que precisa también que el 44 % de las familias en Guatemala a donde son devueltos los niños y niñas dependen de remesas desde el extranjero para su sobrevivencia.
De acuerdo con cálculos de la Cancillería, en Estados Unidos viven alrededor de tres millones de guatemaltecos, la mayoría de manera irregular.
Varios expertos y cifras oficiales estiman que son más de 300 mil los guatemaltecos que cada año intentan llegar a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida, entre ellos los miles de ellos menores de edad enviados por sus padres.
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