Es lo mismo
Élver Herrera, quien reside en Iowa y pertenece a la Alianza Hermandad Guatemalteca, reside en EE. UU. desde hace 16 años, 13 de los cuales fue indocumentado. Forma parte del millón 300 mil guatemaltecos que, se calcula, residen en ese país. “Ninguno de los candidatos ve el tema migratorio como algo prioritario”, dice Herrera.
Aunque reconoce que el candidato republicano ha manejado un discurso más duro y nacionalista en perjuicio de los hispanos, no ve en Obama ninguna esperanza para mejorar la situación y asegura que este ya incumplió con la promesa de aprobar una reforma migratoria.
“No habrá reforma”, expresa con tono desesperanzado. “Los hispanos somos mano de obra barata. Al gobierno estadounidense no le conviene mejorar nuestras condiciones, porque las empresas tendrían la obligación de pagarnos más, y a ellos no les conviene pagarles un salario justo a los 12 millones de latinos que residimos acá”, señala en entrevista telefónica.
Retornados
Hay otra situación que ha puesto la promesa del presidente Obama en entredicho: el incremento de las deportaciones de guatemaltecos.
Durante la gestión de Obama —del 2009 a octubre de este año—, 120 mil 675 compatriotas han sido deportados por la vía aérea, un incremento del 49.11 por ciento en comparación con las 80 mil 930 deportaciones registradas en los últimos cuatro años del gobierno republicano de George Bush.
“Estamos conscientes de que no hay salida. Unos creen que un candidato es peor que otro, pero los dos partidos —demócratas y republicanos— nos han perseguido, violentado y generado psicosis”, afirma Rosa Posadas, presidenta de la Unión de Guatemaltecos Inmigrantes y quien reside en Alabama, Texas.
Acción Diferida
Pese a los desaciertos de Obama, los guatemaltecos ven con buenos ojos la aprobación de la acción diferida o Dream Act, impulsada por la administración demócrata en junio último, cuyo primer beneficiario guatemalteco fue anunciado el viernes recién pasado: Deivi de Jesús Cerritos Enríquez, originario de Asunción Mita, Jutiapa.
La medida establece un cese en las deportaciones para los jóvenes nacidos el o después del 16 de junio de 1981 o que hayan llegado a EE. UU. antes de los 16 años y que vivan en ese país en forma continua desde el 15 de junio del 2007.
“Si bien es cierto que Obama no cumplió con la reforma, al menos firmó el programa de acción diferida”, dice Marvin Otzoy, vicepresidente de la Coalición Nacional de Inmigrantes Guatemaltecos en EE. UU. (Conguate), quien reside en Reno, Nevada.
Su opinión coincide con la visión de varios analistas: la candidatura demócrata le favorece más a los connacionales respecto de la opción republicana. En todo caso, han sido gobernadores republicanos quienes han impulsado leyes antimigrantes como la SB1070 de Arizona.
Tres de las cuatro secciones de esa norma fueron declaradas inconstitucionales por la Corte Suprema de Justicia de EE. UU.
Sin embargo, Otzoy lamenta que ambos partidos se hayan negado a concederle el Estatuto de Protección Temporal (TPS, en inglés) a los guatemaltecos en los últimos dos gobiernos; un beneficio que han recibido, por ejemplo, los salvadoreños.
Reginaldo Arredondo, asesor de asuntos políticos de Conguate, destaca que Romney ha modificado su discurso antimigrantes en el transcurso de la campaña. “Él mantuvo una posición extrema al exigir leyes y normas más duras que obligaran a los inmigrantes a autodeportarse, pero ahora trata de distanciarse de esa postura”, explica.
Aunque los dos candidatos están conscientes de que es necesaria una reforma al sistema de inmigración, “los demócratas estarían más dispuestos a encontrar una solución que beneficie a los inmigrantes indocumentados”, considera Arredondo.
El Congreso es la clave
A criterio de Carlos Roberto Calderón, director de Relaciones Públicas de Conguate y quien reside en Los Ángeles, el Congreso de EE. UU. es el escenario clave para la aprobación de una reforma migratoria.
“Dependerá de la conformación del nuevo Congreso. Al inicio de la administración de Obama, los demócratas tenían mayoría en las dos cámaras, lo que hizo suponer que la reforma sería pan comido, pero el entonces asesor del presidente, Ranh Emmanuel, actual alcalde de Chicago, persuadió a Obama para priorizar una reforma de Salud en vez de una migratoria, y luego Obama perdió la mayoría en la Cámara Baja”, refiere.
Se insistirá en el TPS
Al ser consultada Rita Claverie, viceministra de Relaciones Internacionales, indicó que desde la toma de posesión del presidente Otto Pérez Molina, “se inició la conversación —con el Gobierno de Estados Unidos— respecto de que a los connacionales les sea concedido el Estatuto de Protección Temporal (TPS). El Gobierno reitera su solicitud en este punto, pues es un tema pendiente”.
La funcionaria aseguró que el tema ha estado en la agenda del actual gobierno, por considerar que el retorno masivo de compatriotas es negativo para el país, pues muchas familias de migrantes han sido afectadas por desastres naturales.
“La petición de Guatemala no ha sido resuelta, pero esperamos que el próximo año se pueda retomar el tema”, dijo. La funcionaria lamentó el incremento “significativo” de las deportaciones de guatemaltecos. La única solución de fondo que ayudaría a esa población es la aprobación de una reforma migratoria integral, pero es un tema interno de Estados Unidos que le compete al Congreso de esa nación, expuso.
Alejandra Gordillo, secretaria ejecutiva del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua), aseguró que la comunidad latina en Estados Unidos debe mantener la presión para que se apruebe una reforma migratoria integral.
FÉLIX FUENTES
El menos peor “Definitivamente no hemos visto a la persona que quisiéramos llevar a la Presidencia. Obama fue el presidente que más latinos y connacionales deportó. Por otro lado, sabemos que no llegaremos a ninguna solución con los republicanos. Entonces estamos en la encrucijada de votar por lo mejor de lo peor”, dijo Félix Fuentes, presidente de la Alianza Cívica Cultural Guatemala USA, quien reside en San Francisco desde 1982.
DIETY MADRID
Desconfianza “No se puede confiar en uno ni en el otro, solo nos queda estar preparados y no bajar la guardia. No percibimos ninguna diferencia entre una opción y otra.
Obama prometió una reforma migratoria y no la cumplió; solo aprobó la Ley Diferida —a favor de jóvenes de entre 16 y 30 años—, pero la utiliza como una herramienta política, para captar el voto latino”, opina Diety Madrid, presidenta de la Asociación de Guatemaltecos Unidos de Oklahoma.
WALTER BATRES
La papa caliente “El tema de migración viene a ser la papa caliente entre los candidatos. Ninguno de los dos habla de impulsar beneficios a favor del migrante. Ambos se concentran en hablar de las deportaciones. El presidente Obama inició su periodo en una forma muy dura para los migrantes, pues deportó a más de medio millón”, recuerda Walter Leonel Batres, del Instituto Nacional Experimental con Orientación Ocupacional.