El objetivo de la vista es recabar información de la situación de las aldeas de donde migraron Jakelin y Felipe, conocer a las familias para investigar las causas que motivaron a los pobladores a migrar forzadamente.
“Se vive una pobreza muy aguda, muy generalizada y condiciones de marginación evidentes, hemos escuchado que hay una falta de apoyo para el municipio en cuanto a proveer los servicios básicos”, expuso Camilo Pérez Bustillo director de Incidencia, Desarrollo de Liderazgo e Investigación del IFE, al concluir la vista este martes.
Añadió que hay limitaciones en cuanto al cumplimiento de los derechos a la educación y salud de los habitantes de San Antonio Secortez lo cual redunda en que existan pocas oportunidades para que la gente mejore sus condiciones de vida por lo cual “todos esos factores contribuyen a que se produzca la migración”.
Agregó que debido a estas condiciones la gente decide emprender el viaje a EE. UU. “muchas veces no tomando en cuenta los riesgos del proceso migratorio y sobre las leyes muy excluyentes y crueles de EE. UU.”.
Camilo Pérez Bustillo, director de incidencia, desarrollo de liderazgo e investigación del Instituto Fronterizo Esperanza.
El IFE funciona en El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, México. Es una organización sin fines de lucro que se dedica a la defensa de los derechos humanos, dentro de los cuales, los de los migrantes son prioridad.
Además, desarrolla trabajos de investigación, análisis, abogacía, difusión y documentación.
Rolando Icó, portavoz de la comuna de Raxruhá, indicó que el Instituto apoyó al señor Caal en el tiempo que estuvo detenido y le proporcionaron un abogado el cual le asiste en el proceso en el cual solicita algún tipo de alivio migratorio que le permita quedarse a trabajar en EE. UU.
“Ellos vinieron a ver a la familia y para informarles que don Nery está bien por allá, y que lo están apoyando”, expuso el vocero municipal.
Muerte en custodia
Jakelin Caal, de 7 años, murió en un hospital de Estados Unidos mientras estaba bajo custodia de la Patrulla Fronteriza, después de haber cruzado la frontera junto a su padre y otras decenas de migrantes.
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Su muerte levantó una ola de protestas en la Unión Americana en donde prácticamente se convirtió en un ícono de la migración infantil y de la necesidad de que la Patrulla Fronteriza modifique los protocolos de atención que utiliza en casos de menores migrantes.
Según el reporte de los patrulleros, un grupo de unos 163 inmigrantes, entre los que iba la niña, se entregó después de haber cruzado una zona desértica de Nogales, el 6 de diciembre último.
En San Antonio Secortez la madre de Jakelin y sus hermanos viven en condiciones precarias, razón por la cual esta ha pedido a las autoridades de EE. UU. que le permitan a su esposo trabajar, puesto que para hacer el viaje hipotecaron el terreno de su propiedad y tuvieron que pagar una cuantiosa suma de dinero a los coyotes.
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*Para esta nota contribuyó Rolando Icó, vocero de la Municipalidad de Raxruhá
