Los gobiernos de El Salvador, Honduras y Guatemala han enfrentado la crisis migratoria debido al aumento sin precedentes de la migración irregular, que incluye el surgimiento de caravanas en las que miles de personas han viajado a EE. UU. desde Centroamérica desde finales de 2018.
La migración de menores no acompañados también se incrementó y las autoridades estadounidenses han recibido críticas por la atención brindada.
En ese contexto, luego de dos días de reuniones con el equipo de trabajo del DHS, el ministro de Gobernación, Enrique Degenhart, anunció que se había definido una agenda de trabajo a corto plazo.
El portavoz del Ministerio de Gobernación de Guatemala, Fernando Lucero, afirmó que las acciones “se están emprendiendo a partir de hoy”.
En las mesas técnicas participaron funcionarios de las fuerzas policiales de El Salvador, Honduras y Guatemala.
En los compromisos adquiridos por los ministros de Gobernación del Triángulo Norte se definió la forma en que operarán las instituciones policiales, aunque no se hicieron públicos esos planes.
El lunes pasado Degenhart expuso que el memorando de cooperación que firmaron McAleenan y el presidente Jimmy Morales, es un convenio dará las capacidades al gobierno de Guatemala en operativos, a la vez que aseguró “los resultados serán contundentes”.
Al respecto, el ministro de Seguridad de El Salvador, Mauricio Ramírez Landaverde, explicó: “Hemos discutido temas importantes y los compromisos que adquirieron cada uno de los países los vamos cumpliendo a detalle. Se establecen las unidades operativas, las unidades de inteligencia y policiales”.
Como resultado de la sexta reunión de ministros del Triángulo Norte y del DHS, llevada a cabo en la ciudad de Guatemala, se aceptó que agentes federales estadounidenses cooperen en los planes operativos de combate al tráfico de migrantes, narcotráfico, tráfico de armas y lavado de dinero.
Operativos
El secretario de Seguridad de Honduras, Julián Pacheco, informó que en la reunión se definió una “mejora en la coordinación del trabajo en conjunto entre las instituciones judiciales, de migración y agencias de inteligencia de los países del Triángulo Norte.
Asimismo, se definió el desarrollo de operaciones conjuntas de combate al crimen organizado transnacional “principalmente aquel que se dedica al tráfico ilegal de personas” y relacionados al narcotráfico.
Pacheco explicó que en las mesas técnicas se decidió el “intercambio de información más ágil, acuerdos muy operativos de carácter práctico para el desarrollo de las instituciones a cargo de la seguridad”, por lo cual “es un avance significativo que nos lleva a la ruta de construir una seguridad fronteriza más fortalecida y un trabajo eficaz”.
En la quinta reunión , celebrada el 27 de marzo último en Honduras, los países habían acordaron analizar la posibilidad de desarrollar operativos policiales conjuntos entre los tres países, revisar el mecanismo de libre tránsito de personas por las naciones del Triángulo Norte y Nicaragua con solo mostrar su documento de identidad, conocido como acuerdo CA-4, y la revisión de las leyes referentes al tráfico ilícito de migrantes y trata de personas, de cara a una posible homologación.
Investigación
McAleenan dijo estar preocupado por el aumento de la migración de centroamericanos a EE. UU. y por la llegada de menores a la frontera estadounidense.
“Hemos visto 300 por ciento más de familias que provienen de Centroamérica, al igual que menores no acompañados, estamos rompiendo récords en las fronteras. Así que el problema de la migración está aumentando, es algo que tenemos que trabajar en conjunto, la capacidad de abordar estas estructuras criminales que están explotando las fronteras, familias vulnerables y niños. Sobrepasa la capacidad de un país, por eso todos tenemos que trabajar”, expuso.
El titular del DHS subrayó que abril pasado se una investigación que efectuó ese departamento reveló que existe “fraude” en la llegada de menores a la frontera estadounidense.
“Familias se están presentando con hijos que no son suyos, en el mes pasado lanzamos una investigación en 30 mil familias y encontramos 182 casos de fraude. Los padres estaban presentándose como una familia con un hijo que no era suyo”, explicó.
Según McAleenan, tienen “doscientos noventa documentos fraudulentos -recuperados de las investigaciones-, los casos nos demuestran que a los niños los están explotando y traficando, muchos niños de esta región – Centroamérica- y no podemos permitir que esto suceda”.
“Vamos a combatir las estructuras que lucran de esto-tráfico de migrantes-, vamos a continuar colaborando con nuestros socios”, advirtió.
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