¿Qué análisis puede hacerse a raíz del anuncio de la posibilidad de aranceles del presidente Donald Trump, ahora hacia Guatemala?
Los aranceles son prerrogativas del presidente y es un ingreso que entra directo al fisco. Son lo que años atrás era el impuesto al consumo, cuando la gente pensaba eran un impuesto al productor y no lo pagaban y esto no tenían un costo político, con el tiempo quedó claro que es un impuesto que pagan ellos —los consumidores— y si en cualquier lugar quieren subirlos se tienen que enfrentar a enormes protestas y rechazo.
Creo que los aranceles están en esa etapa. Los votantes creen que lo pagan otros países, y Trump, muy utilitario o manipulador al usar constantemente ‘estamos cobrando a China cientos de miles de millones de dólares’, mucha gente piensa que esa plata la paga el gobierno chino, eso lo ha repetido con México y donde sea, entonces, Trump disfruta del rédito político y los ingresos económicos de subir los aranceles. El único costo es que, para economistas y analistas, la idea de subir el impuesto al consumo es muy grave porque puede detonar una guerra comercial.
¿Cómo quedan nuestros países ante estas amenazas?
El reto para los países que enfrentan esta amenaza de Trump de subir aranceles es muy complejo. Yo creo que el equipo negociador de México fue muy astuto en la negociación que tuvieron del nuevo acuerdo, en básicamente extender el plazo en la última visita de Mike Pompeo a 45 días por la posible amenaza de aranceles.
Guatemala tiene menos posibilidad de negociación en una potencial amenaza con los aranceles de parte de los Estados Unidos.
¿Qué recomendación se puede hacer a nuestro país?
No me atrevería recomendarle nada a Guatemala porque tendría que estudiar un poco más, pero sí podría decir lo siguiente: las políticas de Trump están muy relacionadas con su retórica y esta es muy temporal y mediática. Bloquear es un problema que genera su atención —pero— el día de mañana puede ser otro, es fácil distraerlo. Yo creo que México fue muy hábil en eso y por momentos China también en tratar de dejar que pase un poco el tiempo y que se distraiga con otros temas que le dan réditos políticos para dejar a los negociadores el trabajo profesional.
¿Cómo deben actuar los gobiernos?
Ágiles y astutos. Profesionales y políticamente cautos en saber con quién están negociando, su estilo de negociación y las motivaciones del otro lado.
¿Entonces, es probable que no se concreten estas amenazas?
Yo no descartaría que no se concreten, pero andaría con mucho cuidado, podría pasar.
¿Entonces no es descartable?
Podría pasar. Unas de las características de Donald Trump es que es temporal o sea hoy puede abordar un tema mañana otro, pero es inmediatista en tal sentido también puede cambiar de opinión sin ningún problema.
Pero el tema migratorio no lo va a soltar tan fácil…
Absolutamente, totalmente de acuerdo. Durante toda la campaña va a seguir hablando de esto. Al igual que en el último debate con México yo pienso que va a ligar un tema con el otro, la migración con los aranceles.
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Usted menciona que Guatemala tiene poco que negociar, en tal sentido, ¿cree que podría terminar cediendo a firmar un acuerdo de tercer país seguro?
No me gusta mucho opinar de otros países, pero yo me atrevería a decir, sin el ánimo de ofender, que Guatemala tiene un gobierno muy débil y, además, están al final de un proceso electoral lo cual lo hace más débil. Eso es siempre una oportunidad para el otro lado —EE. UU.— que lo que está haciendo es poner presión, si esa es la intención y estás débil pues será más fácil tu trabajo.
¿Los aranceles los pone el presidente sin pasar por algún proceso en el Congreso?
Sí. Hay todo un debate. Técnicamente hay gente que dice que debe pasar por el Congreso porque es un impuesto, pero hay todo un debate sobre eso hoy en día.
Sobre el analista
El sitio en internet de CNN en español, medio para el cual hace análisis políticos, destaca que Roberto Izurieta es director de Proyectos Latinoamericanos en la Universidad George Washington y que ha trabajado en campañas políticas en varios países de Latinoamérica y España. También que ha sido asesor de varios presidentes del continente, entre ellos Álvaro Colom de Guatemala, que gobernó del 2008 al 2012.
Izurieta es un opositor de la imposición de aranceles. Recientemente escribió un artículo para CNN en el cual resaltó que las amenazas de imposición arancelarias a China y México impactaron en la caída del mercado.
Señaló que “pretender detener el orden económico del mundo globalizado es imposible y su intento puede ser devastador”. Además, expuso que la amenaza de aranceles es parte de una “guerra comercial inútil, propia de un nacionalismo barato y populismo caro”.
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