El Departamento de Agricultura de Estados Unidos “va a aumentar nuestro enfoque y nuestros recursos para ayudar a los agricultores de esa región que han sido devastados por la crisis en términos de clima y sequía”, dijo Harris en el programa “State of the Union” de la cadena CNN.
Harris señaló el cambio climático como una de las causas fundamentales del aumento de la migración, debido a las condiciones meteorológicas extremas, como la sequía, que devastan la industria agrícola centroamericana.
“No sólo se trata de la devastación económica y lo que tenemos que hacer para ayudar en el alivio y desarrollo económico, sino que se sufre hambre extrema allí, hay inseguridad alimentaria”, dijo Harris.
“Si los padres y los niños no pueden literalmente comer, si no pueden tener las cosas básicas esenciales que todos necesitan para vivir, por supuesto que van a huir”, añadió.
Harris se reunirá virtualmente con el presidente guatemalteco Alejandro Giammattei el martes y con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador el 7 de mayo.
También confirmó a CNN que tiene la intención de viajar a Centroamérica para reunirse con los dos líderes en persona.
“Estamos trabajando en el plan para llegar allí. Tenemos que lidiar con los asuntos de covid”, explicó.
Esta agenda eleva el perfil de Harris en uno de los temas más difíciles que enfrenta el nuevo gobierno de Biden.
A diferencia del expresidente republicano Donald Trump, que hizo hincapié en impedir físicamente que los posibles inmigrantes cruzaran la frontera, Biden y Harris se han comprometido a ayudar a los gobiernos de Centroamérica a abordar la pobreza y la violencia que empujan a su gente a hacer el difícil viaje hacia el norte.
“Llamado de esperanza”
Harris defendió en una entrevista emitida este domingo su labor para contener la inmigración irregular desde Centroamérica, al asegurar que se centra en dar a los habitantes de esos países la “esperanza” de un futuro mejor si se quedan.
Harris, que asumió en marzo la labor de coordinarse con los países del Triángulo Norte de Centroamérica para contener la migración hacia Estados Unidos, explicó las claves de su delicada misión, que le ha granjeado algunas críticas de la oposición republicana en el último mes.
“Encaro este asunto desde la perspectiva de que la mayor parte de la gente no quiere dejar su hogar”, afirmó Harris durante una entrevista con la cadena televisiva CNN.
“Tenemos que entender eso. Tenemos que dar a la gente algún tipo de esperanza de que, si se quedan, la ayuda está en camino”, continuó Harris.
Aseguró que Estados Unidos no solo tiene que “ayudar al desarrollo económico” de esos países, sino hacer frente al “hambre extrema y la inseguridad alimentaria”, porque “si no pueden ni comer o tener cosas básicas y esenciales para vivir, por supuesto que van a huir”.
Por ahora no se ha hecho público ningún contacto entre Harris y los presidentes de Honduras y El Salvador, en una muestra de la complejidad de trabajar con unos líderes a los que muchos en Washington han señalado por corrupción.
Harris recordó que la misión que ha asumido ella es la misma que encabezó el ahora presidente Joe Biden cuando era vicepresidente entre 2009 y 2017; y que la Casa Blanca está centrada en “reconstruir” muchas de las estructuras diplomáticas y de asilo desmanteladas durante el mandato de Donald Trump (2017-2021).
To address the acute factors and root causes of migration, we’re building a comprehensive strategy with governments, international institutions, the private sector, and community organizations. I met with foundation leaders to discuss their crucial work in the Northern Triangle. pic.twitter.com/FjTxLRKOoA
— Vice President Kamala Harris (@VP) April 22, 2021