“Cuando una persona se encuentra en contexto de migración éste se ubica en una condición de vulnerabilidad, la cual se ve particularmente agravada cuando nos referimos a niños, niñas y adolescentes”, dijo el titular de la CNDH, Luis González Pérez.
Sin embargo, el ombudsman dijo que pese a las estadísticas, no se puede saber con certeza el número de niños que ingresan al país solos por la frontera sur para cruzar la frontera norte.
El informe señala que un 97 por ciento de los menores migrantes no acompañados que entran a México provienen de El Salvador, Guatemala y Honduras, región conocida como el Triángulo Norte de América Central.
De acuerdo con el documento de la CNDH y con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), en un 48,6 por ciento de los casos los menores de edad dejan sus países para huir de la violencia, mientras que un 29,2 por ciento lo hace por razones económicas y otro 22,2 por ciento por reunificación familiar.
“Es un asunto que la CNDH ve con especial preocupación, y en razón de ello demanda con urgencia ser visibilizado y atendido sin dilación alguna”, sostuvo Pérez en la conferencia de prensa de la presentación del informe.
Para Pérez, el incremento en el flujo de niños migrantes que viajan sin acompañamiento de un adulto los hace objetivo de varios peligros. “Se produce un entorno propicio para que se violen sus derechos humanos, sean objeto de violencia y abusos, además de que puedan ser captados con mayor facilidad por el crimen organizado”, agregó.
La CNDH sostuvo que los centros de detención de migrantes no cuentan con el personal apropiado para tratar con los menores de edad, pues muy pocos de ellos son informados sobre su derecho a pedir la condición de refugiado o a recibir asesoría legal.
Asimismo, pidió a las autoridades migratorias que deriven inmediatamente a los niños detenidos a centros del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), en lugar de mantenerlos en los recintos migratorios.
