Para Barrientos, esas causas estructurales de la migración irregular tienen que ver con pobreza, la falta de oportunidades de desarrollo económico, la exclusión, desnutrición infantil, y presencia del Estado en las áreas más pobres de Guatemala, aunque no desestimó del todo que parte de la población huya por violencia.
El miércoles último, la secretaria de Seguridad Nacional de EE. UU., Kirstjen Nielsen, pidió a los ministros de Gobernación de Honduras, El Salvador y Guatemala “determinación” para detener la formación de caravanas de migrantes que buscan llegar al país norteamericano.
Este jueves, Nielsen escribió en su cuenta de Twitter que la reunión había sido “histórica” y enumeró la persecución a los traficantes de personas, el fortalecimiento de la seguridad fronteriza y el combate al crimen organizado y las pandillas como los acuerdos a los que llegó en la cita.
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Pero el énfasis que se pone en la seguridad al hablar de migración preocupa a los expertos en temas migratorios.
Por ejemplo, Úrsula Roldán, directora del Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales de la Universidad Rafael Landívar, expuso que el llamado a la seguridad que hizo la funcionaria estadounidense podría derivar en más acciones represivas en contra de los migrantes que ya de por sí huyen de la violencia.
Además, descartó que si se logra detener el paso de eventuales caravanas esto sirva para frenar la migración ilegal, y por el contrario lo que causará es que los migrantes adopten otras “estrategias que no sean las caravanas, como volver al anonimato o utilizar rutas más riesgosas”.
Roldán añadió que “preocupa” que un problema tan complejo como la migración esté en manos de los ministerios de seguridad ya que es una problemática que requiere un abordaje integral sobre la realidad en los países desde donde se originan las caravanas.
Soluciones
Al hablar de soluciones, la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración (AILA en inglés) criticó en un comunicado emitido recientemente el recorte de fondos en el presupuesto de EE. UU. para apoyar a los países de América Latina y el Cariba, durante los años 2018 y 2019.
Añadió que, para reducir la migración ilegal, el gobierno de EE. UU., aparte de combatir la violencia, debe comprometerse a proporcionar a El Salvador Honduras y Guatemala asistencia “sustancial” para fortalecer el estado de derecho y apoyar iniciativas contra la corrupción.
Reuniones
La del miércoles pasado en San Salvador, fue la cuarta reunión de ministros de seguridad de los países del Triángulo Norte de Centroamérica en donde se aborda el tema de la migración irregular, una de las principales preocupaciones de EE. UU.
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La primera se llevó a cabo en Washington, D. C. en octubre pasado, en la misma participaron los presidentes de los países centroamericanos. La segunda tuvo también lugar en San Salvador y la tercera en Guatemala. En marzo se llevaría a cabo la quinta reunión.
A juzgar de Roldán, EE. UU. seguirá insistiendo en enfrentar la problemática migratoria desde el punto de vista de seguridad debido a que la retórica antimigrante es algo que al presidente Donald Trump le interesará mantener en el ambiente de cara a la campaña electoral por su posible intención de reelegirse el próximo año.
“Él —Trump— va a seguir utilizando esto como un elemento de campaña para cumplir las expectativas de sus electores, entonces ese tema no lo va a dejar”, expuso Roldán, quien; no obstante, consideró que empieza a haber un rechazo en contra del mandatario estadounidense por su insistencia con la construcción del muro que ofreció en la campaña pasada.
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