En total fueron 54 migrantes guatemaltecos y de otros países los que perdieron la vida en el accidente, el cual vuelve a evidenciar la grave crisis que se vive en la región y la incapacidad de las autoridades de cada país que aporta migrantes que buscan de forma desesperada llegar a EE. UU., aunque, en casos como este, eso signifique la muerte.
Según los datos oficiales, hay 105 personas lesionadas, 83 hombres y 22 mujeres, 49 fallecidos en el lugar del accidente y cinco en hospitales.
Luis Rodríguez Bucio, comandante de la Guardia Nacional mexicana, dijo que ante la magnitud de la tragedia anunció que a los migrantes que sobrevivieron se les otorgará tarjeta por razones humanitarias para estar en México de forma regular, transitar y autorización para trabajar.
Además, el Instituto Nacional de Migración ya había informado que trabaja para “identificar los cuerpos, cubrir los gastos funerarios y facilitar la repatriación de los restos”.
También ofreció “atención humanitaria” y regularizar la situación migratoria de los sobrevivientes.
La tragedia se registró el jueves 9 de diciembre cuando el automotor en el que viajaban los migrantes se accidentó en Chiapas, México, y causó la muerte a más de 54 personas y dejó más de 90 heridos.
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El accidente se registró a eso de las 15.30 horas en el kilómetro 9 de la carretera de Tuxtla a Chiapa de Corzo, en la salida a una curva donde se encuentra un puente peatonal en el que chocó el tráiler.
Las autoridades mexicanas señalaron que el automotor es de la empresa “Z Transportes” y trasladaba en dos cajas a unos 160 migrantes y el conductor huyó del lugar de la tragedia.
El traslado de migrantes en camiones es uno de los métodos más habituales con el que traficantes de personas los internan en territorio mexicano, con el objetivo de llegar hasta la frontera norte del país e intentar cruzar hacia Estados Unidos.
Esa modalidad también es una de las más temidas, según han relatado viajeros en el límite mexicano-estadounidense.
Según esos testimonios, los migrantes pasan horas encerrados en cabinas sin ventilación y evitando tomar agua para no tener que orinar, sin que los choferes atiendan sus ruegos para detenerse y no morir asfixiados. Algunos perecen en el trayecto.
Huyendo de la pobreza y la violencia en sus países, otros han preferido formar parte de caravanas que realizan buena parte del extenso recorrido a pie, sometidos a climas extremos y a la amenaza del crimen organizado.
El accidente coincidió con el inicio de la Cumbre por la Democracia del presidente estadounidense, Joe Biden, quien excluyó de la cita a Venezuela, Nicaragua, Cuba, El Salvador, Honduras, Guatemala y Haití, origen de la mayor parte de la migración indocumentada latinoamericana.
Abusos y tragedias
En su camino a Estados Unidos, los migrantes son además víctimas de abusos de autoridades mexicanas, según oenegés, y de accidentes como el de este jueves.
El pasado 9 de noviembre, 12 migrantes, incluidos varios centroamericanos, fallecieron en Chiapas en un siniestro que involucró dos camionetas que quedaron calcinadas.
En octubre, tres hondureños murieron y 23 más resultaron heridos al volcarse el vehículo en el que viajaban clandestinamente en el estado de Veracruz (este).
También en esa región, cuatro cubanos perdieron la vida en un accidente vial en septiembre.
En otro caso que causó conmoción, el 22 de enero, 16 guatemaltecos y tres mexicanos fueron hallados carbonizados en un vehículo que presentaba 113 impactos de bala en el estado de Tamaulipas (fronterizo con Estados Unidos).
Por ese hecho fueron detenidos 12 policías de élite de Tamaulipas, donde en agosto de 2010 otros 72 migrantes, en su mayoría centroamericanos, fueron asesinados por presuntos pistoleros de la banda narcotraficante Los Zetas.
El flujo de migrantes irregulares se multiplicó tras la llegada al poder de Biden, quien prometió analizar sus casos.
Más de 190 mil migrantes han sido detectados por autoridades mexicanas entre enero y septiembre, el triple que en 2020. Unos 74 mil 300 han sido deportados.
Estados Unidos, a su vez, registró que 1.7 millones de personas ingresaron ilegalmente desde México entre octubre de 2020 y septiembre pasado, un récord histórico.