Sin embargo, los migrantes dijeron que, de hecho, el guatemalteco había estado trabajando con los secuestradores y estaba encargado de asegurarse de que no escaparan. Fue arrestado junto con otros cinco sospechosos de Honduras y El Salvador.
La comisión señaló en un comunicado que los sospechosos amenazaron con entregar a las víctimas a bandas criminales si éstas no les proporcionaban números telefónicos para exigirles dinero a sus familiares.