“Los migrantes tienen miedo de que les toquen la puerta o les manden una carta de deportación. Algunos tienen tanto temor que prefieren regresar por su cuenta”, señala el activista.
Según una carta que acompaña la propuesta de Trump al Congreso de ese país, la legalización de los soñadores puede negociarse con la finalidad de conseguir fondos para la construcción del muro y reformar la Ley de Inmigración y Nacionalidad.
Claudia Carías, otra de las connacionales en EE. UU., lamenta que se juegue de esa forma con el futuro de jóvenes.
22 mil 477 connacionales fueron deportados de EE. UU. entre enero y el 4 de octubre.
Sin esperar nada
Pocasangre y Carías coinciden en que pese a que se endurezcan las políticas migratorias, el desplazamiento desde Guatemala continuará, pues en el país no hay condiciones para el desarrollo.
Andrés Cruz, líder indígena migrante, agregó que el gobierno guatemalteco debería manifestar el apoyo a la comunidad inmigrante, pero eso no pasa.
22 mil 700 guatemaltecos retornados de México hubo entre enero y el 2 de octubre.
“Somos parte importante para Guatemala, pero solo somos vistos como símbolo de dólar”, comentó Cruz, quien criticó la inoperancia de Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala y de la falta de apoyo legal y acercamiento de los consulados.
“Salimos de Guatemala por buscar mejores oportunidades, porque nuestro país no las ofreció, y ahora si hay regreso masivo, se empeoraría la situación”, resaltó Cruz.
Amarilis Ortiz, presidenta de la Asociación Guatemalteca Americana, asegura que algunos connacionales todavía no cuentan con documento personal de identificación.
“Lo que se necesita es que las sedes consulares dejen de ser lugares para hacer trámites y sean espacios donde se proteja a los migrantes, que pongan atención a las redadas”, dijo Carlos Calderón, presidente de Conguate.
Aparte, Prudencio Matías, huehueteco radicado en Washington, expresó: “Los guatemaltecos no tenemos forma en que nos puedan favorecer. Nuestro gobierno no se preocupa por nosotros, y con la nueva ley se va a poner más difícil todo”.
La Cancillería guatemalteca asegura que sigue en busca de acercamientos, “por medio de la embajada en Washington, con los congresistas y senadores, planteando las necesidades de nuestros migrantes”.