Guatemala

Presidentes del Triángulo Norte y su primer cara a cara con el gobierno de Trump

El primer cara a cara de los países que integran el "Triángulo del Norte" -El Salvador, Guatemala y Honduras- con la administración del presidente estadounidense Donald Trump se dará el jueves y viernes en Miami, en medio de un ambiente dominado por la incertidumbre.

Presidentes de Guatemala, El Salvador y Honduras durante una reunión. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL).

Presidentes de Guatemala, El Salvador y Honduras durante una reunión. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL).

La “Conferencia para la Prosperidad y Seguridad en Centroamérica”, que estará además presidida por México, será la oportunidad perfecta para que los países del Triángulo aclaren la forma cómo trabajarán en los próximos años con el nuevo Gobierno de Estados Unidos.

Entre las preocupaciones de los tres países, que enfrentan una lucha contra la criminalidad generalizada y las dificultades socioeconómicas, están las políticas migratorias y el apoyo norteamericano traducido en dólares para combatir la pobreza y la violencia en esas naciones.

Aunque Trump no asistirá, la Casa Blanca confirmó la presencia del vicepresidente, Mike Pence; y los secretarios de Estado, Rex Tillerson; y de Seguridad Nacional, John Kelly.

Además, estarán los presidentes Salvador Sánchez Cerén de El Salvador, Juan Hernández de Honduras y Jimmy Morales de Guatemala; así como el canciller mexicano, Luis Videgaray, y el secretario del Interior, Miguel Osorio.

Reuniones bilaterales

Pence, quien dará apertura al evento, sostendrá reuniones bilaterales con cada uno de los líderes centroamericanos, a quienes desea “reafirmar el compromiso del presidente Trump para mejorar (en esos países) la seguridad, la gobernanza y la prosperidad económica”.

Sin embargo cada uno de los presidentes busca despejar dudas en temas específicos, como por ejemplo la eventual suspensión de parte de Estados Unidos al Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), para ciudadanos hondureños y salvadoreños.

El TPS, que vence el próximo año para ciudadanos de varios países, fue otorgado por Washington a las naciones que han sufrido desastres naturales, como terremotos, tormentas y ciclones, como El Salvador, Honduras, Nicaragua y Haití en América Latina.

“Pronto hablaré con el vicepresidente Pence y los secretarios Tillerson y Kelly cualidades de hondureños para mantener la TPS. La cooperación Honduras-EEUU merece especial consideración”, escribió recientemente Hernández en Twitter.

Para el presidente la posible suspensión del TPS a casi 60.000 hondureños puede desencadenar en una crisis social, debido a que sus compatriotas ya “se han integrado a la sociedad en Estados Unidos, tienen hijos norteamericanos, han creado negocios y pagan impuestos”.

De igual forma, el Gobierno salvadoreño ha dicho que la problemática migratoria no se resolverá con la suspensión del TPS que beneficia a cerca de 200.000 de sus ciudadanos. “Estados Unidos estaría incubando otro problema”, apuntó el portavoz del Gobierno Eugenio Chicas.

La administración de Morales en Guatemala ha dicho que su objetivo es lograr más inversión en desarrollo para generar así más empleo y trata de disminuir la migración.

Las inquietudes sobre el manejo que está impartiendo Estados Unidos a esta problemática también embargan a la sociedad civil, que días antes de la Conferencia hará una declaración desde Washington con peticiones claras a la administración de Trump.

Economía y seguridad

Los representantes de al menos un centenar de organizaciones derechos humanos solicitarán al Gobierno norteamericano “responder a esta crisis con políticas que garanticen los derechos a todas las personas a solicitar asilo en Estados Unidos”.

Estados Unidos, bajo la presidencia de Barack Obama (2009-2017), respaldó el Plan de la Alianza para la Prosperidad en el Triángulo del Norte, impulsado desde hace casi tres años por los países que lo integran.

Dicho plan busca crear condiciones económicas y sociales para generar más y mejores oportunidades que permitan el desarrollo y el arraigo de la población, especialmente los jóvenes en sus países y evitar así que emigren ilegalmente a Estados Unidos.

La cumbre en Miami se enfocará el primer día en discutir temas económicos y el viernes centrará su atención en el mejoramiento de la seguridad en la región.

Además, se presume que en el marco de la conferencia sean revelados los cambios en las políticas de Estados Unidos hacia Cuba.