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Fue el 26 de julio pasado que el ministro de Gobernación Enrique Degenhart y Kevin MacAlleenan -secretario de Seguridad Nacional de EE. UU en ese momento- firmaron el convenio. Cuatro meses después, la llegada el jueves 21 de noviembre al país del hondureño José Ardón Montoya demostró que el Estado guatemalteco carece de los mecanismos suficientes para recibir a los migrantes que son enviados a Guatemala.
“En este tipo de situaciones debe existir una coordinación y comunicación más estrecha con las instancias de gobierno”, refiere Leonel Dubón, director de la Asociación El Refugio de la Niñez, a donde fue trasladado Ardón Montoya, debido a que las autoridades del gobierno no dieron el acompañamiento necesario al caso. Fue vital que las organizaciones de sociedad civil que trabajan con migrantes se involucraran.
Aunque Degenhart refirió este lunes 25 de noviembre que en la implementación del ACA los centroamericanos que pidan el retorno voluntario a su país tendrán la protección de Migración.
Sin plan de acción
Según el diario El Heraldo de Honduras, Ardón Montoya viajó a Estados Unidos en septiembre y fue detenido por la Patrulla Fronteriza en el Paso Texas. Le hicieron firmar “una carta de deportación”.
Llegó a Guatemala el jueves 21 de noviembre en un avión proveniente de Estados Unidos, para comenzar los trámites de solicitud de asilo, sin embargo, él rechazó esa posibilidad y prefirió retornar a su país.
Las autoridades guatemaltecas eran las encargadas de poner en marcha los protocolos para cumplir con el acuerdo, sin embargo, fue la sociedad civil la que dio el acompañamiento que Ardón Montoya necesitó.
Después de su llegada a la Fuerza Aérea, donde Degenhart y la canciller Sandra Jovel dieron una conferencia de prensa. Minutos después, comenzó el proceso del traslado de Ardón Montoya a Honduras, pues rechazó el asilo en Guatemala. Recibió el acompañamiento de la Organización Internacional de las Migraciones -OIM-.
Al salir de la Fuerza Aérea, a las nueve de la mañana, la OIM llevó a Ardón Montoya al Refugio de la Niñez, donde se le dio atención psicológica, social y alimentación.
Desde hace dos años el refugio da acompañamiento a las personas que solicitan protección porque su vida corre peligro. Hasta ahora ha atendido cerca de 80 solicitudes. Pero este no era el caso de Ardón Montoya.
Según Dubón, en la entrevista con el migrante hondureño se estableció que él había viajado a Estados Unidos en busca de trabajo, pero también se sabe que fue para reunirse con su esposa y su hija.
“En todo momento dijo que no quería solicitar refugio, que su vida no corría riesgos y que su intención era regresar a su país de origen en el menor tiempo posible”, dice Dubón.
El joven no mostró interés por quedarse en Guatemala. “Quería ver a su familia, dijo que ya era demasiado cansado el haber estado detenido en Estado Unidos y lo que quería era ver a su familia”, cuenta el director ejecutivo del refugio.
Dubón explica que este no era un caso de “protección especial”, pues se trataba de un migrante irregular. Así que seis horas después de estar bajo su cargo, OIM llevó a Ardón Montoya a la Casa del Migrante.
“El Gobierno no tuvo ninguna comunicación con nosotros, ni la Cancillería ni de Ministerio de Gobernación. Ni siquiera se comunicaron para preguntar ¿cómo está?, ¿podemos apoyar en algo?. Quién asumió toda la responsabilidad fue la sociedad civil”, dice el director del Refugio de la Niñez.
Labor humanitaria
El padre Mauro Verzeletti, director de la Casa del Migrante, cuenta que como una labor humanitaria recibieron a Ardón Montoya a eso de las 9 de la noche. Llegó como un migrante más. “Cuando vino acá ya tenía el dictamen de que iba a retornar a su país”, recordó el religioso.
Tenía la mirada perdida, se le notaba deprimido y lo único que le acompañaba era la ropa que lo vestía.
“Lo percibimos un poco confundido. Creo que el procedimiento no fue bien hecho desde Estados Unidos o acá en Guatemala. No tengo certeza dónde está el fallo del proceso, pero él no sabía claramente lo que le estaba pasando”, dice el religioso.
“Él sabía que lo trasladarían a un lugar con la figura de país seguro, pero no tenía claro qué era, porque a mucha gente le dicen que se trata de un lugar seguro donde puedes estar e iniciar el proceso de refugio, pero él se topó con Guatemala”, agrega Verzeletti.
El religioso refiere que en el caso de hondureños y salvadoreños, que están cerca de sus países, al conocer las “condiciones” en que se encuentra Guatemala, que no puede ofrecerles mejores oportunidades, prefieren volver a sus países. Eso fue lo que pasó con Ardón Montoya.
Allí en la Casa del Migrante le dieron comida y dónde dormir. A las seis de la mañana del sábado, OIM llegó por él para acompañarlo hasta su país.
Vezeletti no tiene claridad de cuál es el protocolo a seguir para dar cumplimiento al ACA, también desconoce si vendrán más migrantes en la misma condición que Ardón Montoya. “Son personas que vienen bajo a un mecanismo distinto al de los guatemaltecos deportados”, dice.
En lo que va del año, la Casas del Migrante ha recibido a más de 9 mil indocumentados de distintos países. Lo hace con gran esfuerzo, dice el religioso, quien menciona que no pueden negarles el albergue porque como institución tiene el compromiso y la responsabilidad ética de dar protección y velar por la parte humanitaria.
Sin embargo, aclara, que si arribarán al país más migrantes buscando asilo sería difícil acoger a más de 15 personas, porque no cuentan con la infraestructura para hacerlo.
“El estado de Guatemala a partir del momento en que asume el compromiso del ACA debe de revisar los procedimientos y cómo hará de ahora en adelante para implementarlo. Realmente tiene que estar abierto al diálogo con la comunidad internacional y con las organizaciones de la sociedad civil que dan apoyo directamente a migrantes y refugiados”, dice Verzeletti.
Mientras que Dubón señala que se deben encontrar espacios y momentos de diálogos para poder garantizar la protección de los migrantes de manera integral, “porque al final son seres humanos”.
La ruta del viaje a su tierra natal
23 de septiembre
Eswin José Ardón Montoya salió de Colón, municipio de Trujillo, Honduras, rumbo a Estados Unidos, para reencontrarse con su esposa e hija.
Fue detenido por la Patrulla Fronteriza en el Paso Texas, EE. UU.
21 de noviembre
Las autoridades estadounidenses lo trasladaron vía aérea a Guatemala con el ofrecimiento de darle asilo, trabajo y lugar donde vivir.
- 8 horas
Aterriza el avión donde viajaba el migrante hondureño en la Fuerza Aérea Guatemalteca.
- 9.10 horas
Es trasladado al Refugio de la Niñez, en la zona 9. Allí recibe acompañamiento psicológico, social y alimentación. Se determina que su condición era de un migrante irregular.
- 18.45 horas
Lo trasladan a la Casa del Migrante, en la zona 1. Se le proporciona un lugar para bañarse, se le da alimentación y un lugar para dormir.
22 noviembre
- 6 horas
OIM llega por Montoya para acompañarlo hasta Honduras.
En horas de la tarde ingresó a la aduana de Corinto en Cortés, donde lo recibió personal de Arnur.
- 15.30 horas
Llega al Centro de Atención al Migrante de Omoa, en Puerto Cortés. Fue trasladado a San Pedro Sula en bus del mismo centro.
Durmió en un hotel pagado por ACNUR
Sábado 23
Llegó a Colón en bus particular para reunirse con sus padres Santos Ardón Bardales y María Elena Montoya. El pasaje lo pagó la Cancillería hondureña.
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