Los estadounidenses renovarán la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, ambos aún son dominados por el Partido Demócrata, aunque por escaso margen. La elección también puede considerarse una especie de referendo de la gestión de Joe Biden y podría dar un panorama de lo que ocurrirá en las presidenciales de noviembre de 2024.
Por tal motivo, el resultado de las elecciones intermedias en EE. UU. tienen un impacto directo sobre Guatemala en diversos ámbitos, pero quizás es más notorio en el político y migratorio.
Hasta hace pocos meses se daba por hecho que los republicanos ganarían las elecciones de noviembre próximo, afirma Marlon González, guatemalteco que pertenece a la organización Misión Guatemala-USA y que radica en Miami, Florida.
Pero las investigaciones que se siguen por el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, en las que resaltan varias figuras republicanas, incluido el expresidente Donald Trump, ha hecho dudar del resultado que arrojarán dichos comicios. Sobre todo, si el exmandatario es hallado culpable.
“Lo que salga de ahí, será un impacto fuerte para las elecciones de noviembre, igual decidirá quién será el próximo presidente de EE. UU.”, remarca el líder migrante.
Aunque reconoce que la imagen del actual presidente Joe Biden está debilitada por la pandemia y la economía —con una tasa inflacionaria del 9.1% que no se había visto en 40 años—, considera que los estadounidenses no olvidarán fácilmente el asalto al Capitolio, visto como un ataque a los valores fundamentales de la nación.
Es incierto si Biden intentará reelegirse. A sus 79 años se le han visto episodios de cansancio, caídas y aparentes despistes durante discursos “pero si Trump va preso, el Partido Republicano se viene abajo, sin importar quién vaya por los demócratas”, considera González.
“No van a ganar —los republicanos— porque la mayoría se está dando cuenta de lo que han hecho, aunque haya grupos extremistas que no quieren aceptar esa realidad”, precisó Hugo Mérida, presidente directivo de la Cámara de Comercio Metro Hispana de Los Ángeles.
Errores
Sin embargo, el líder migrante de Rhode Island, Juan García, integrante del Comité de Migrantes en Acción, considera que “los errores que la administración Biden ha cometido en la guerra —Rusia-Ucrania— y en el tema migratorio van a pasarle factura” y que los demócratas perderán el Senado y la Casa de Representantes en noviembre próximo.
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El conflicto en el este de Europa ha impactado fuertemente en los bolsillos de los ciudadanos. Mientras que, la actual política migratoria de la Casa Blanca, interpretada como de puertas abiertas, ha impulsado una migración histórica.
“Mucha gente que sentía simpatía por nosotros ya no la siente, porque muchos de los que han llegado en caravanas están empezando a hacer problemas”, refirió García. Incluso, demócratas que son de línea conservadora simpatizan ahora por los republicanos, aseguró.
Saida Pérez, parte de la Alianza Migrante Guatemalteca y quién reside en Denver, Colorado, coinciden en que “hay personas que están bastante decepcionadas” por la forma como se ha manejado la guerra entre Rusia y Ucrania, el aumento del precio de los combustibles y el deterioro de la economía y de todo “le echan la culpa a Biden”.
No obstante, estima que la elección de noviembre próximo será reñida y que el partido que triunfe lo hará “por pocos votos”.
Migración
Aunque en términos generales se cree que las políticas que impactan a los migrantes pueden ser más duras si los republicanos tienen el poder político de EE. UU., y más blandas si son los demócratas, no necesariamente ha ocurrido así.
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Los entrevistados, que tienen muchos años de radicar en ese país, recuerdan que fue el republicano Ronald Reagan quien aprobó la última gran amnistía migratoria en 1986 cuando era presidente de EE. UU. y reconocen que fue Barack Obama el que más migrantes deportó en sus ocho años de gobierno. Casi tres millones.
Los republicanos sepultarían cualquier posibilidad de un beneficio migratorio, asevera González, aunque los demócratas no pasarían de aprobar algún alivio a través de una orden ejecutiva pero nunca una reforma migratoria.
Ya Obama contó con mayoría en ambas cámaras del Congreso, pero fue incapaz de conseguirlo, recordó González, lo cual lo hace concluir que ningún partido quiere más migrantes en EE. UU.
Prueba de ello es que Biden ha hecho poco o nada judicialmente para descontinuar el Título 42, implementado por Trump al inicio de la pandemia y que le ha permitido expulsar a miles de migrantes a México.
“Los republicanos están viendo la migración ya como una invasión”, sostiene González, mientras que Mérida afirma que la población anglosajona ha perdido mucho poder y su “terror” es que las minorías de hispanos y asiáticos se conviertan en mayoría como se estima ocurrirá en el año 2050.
Los republicanos enviarían a la Guardia Nacional a la frontera sur y presionarían más a México y Centroamérica para frenar la migración, pero si ofrecieran una reforma migratoria integral muy probablemente se ganarían la aprobación de las minorías porque en el pasado cuando han ofrecido beneficiar al migrante lo han cumplido, dice González.
García coincide en que los demócratas no impulsarán una reforma migratoria “porque tienen mucha presión de los sindicatos” a lo que no les conviene la regularización de los migrantes puesto que entrarían a competir en el mercado laboral.
Acercamientos
Diversos círculos políticos de Guatemala han buscado acercamientos con representantes republicanos, en medio de una confrontación entre la administración de Alejandro Giammattei y Washington por temas de corrupción y el manejo de la justicia en el país.
Sin embargo, los migrantes creen que estos acercamientos de poco pueden servir a los intereses de esta clase política guatemalteca.
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González subrayó que dichos cabildeos “no les van a funcionar” porque los círculos republicanos también están conscientes de que la corrupción en los países centroamericanos es una de las causas de la migración, por lo que más temprano que tarde también presionarán en ese sentido.
Mérida dijo que a los republicanos no les interesa lo que suceda después de la frontera hacia el sur del continente. Sus prioridades, dijo, están centradas en donde tiene sus negocios y América Latina apenas representa un 10% de su economía.