Según el diario, este jueves 8 de agosto se hará el anuncio oficial de la renuncia de Brier.
Funcionarios de la Casa Blanca, quienes hablaron en condición de anonimato, se refirieron a la postura de Breier ante las decisiones gubernamentales.
“Breier, una experta sobre México, no se opuso necesariamente a las políticas de la administración en la región, sino que se molestó por el nivel de control ejercido por la Casa Blanca sobre la inmigración y las relaciones dominadas por el comercio con México y otros asuntos”, señala The Washington Post.
Un alto funcionario dijo que había sido castigada en una cadena de correos electrónicos por el asesor político de la Casa Blanca, Stephen Miller, quien la consideró insuficientemente comprometida a defender públicamente el repentino acuerdo sobre asilo entre el presidente Trump y el gobierno de Guatemala.
Miller, dijo la fuente, señaló a Breier que Trump había respaldado a Kevin McAleenan, secretario interino de Seguridad Nacional, y al ministro de Gobernación de Guatemala cuando firmaron el acuerdo y que era “su trabajo” defenderlo.
El Post hace la salvedad de que “no está claro si esa fue la causa principal de la renuncia de Breier”.
Otros funcionarios dijeron que Pompeo no intentó persuadirla para que se quedara. Breier ha sido conocida como muy protectora de lo que vio como sus prerrogativas, según varios funcionarios que trabajaron con ella.
Al principio de su carrera, Breier también manejó problemas regionales como analista de la CIA y en el Consejo de Seguridad Nacional bajo la presidencia de George W. Bush. Antes de ser nombrada subsecretaria de Estado, manejó asuntos latinoamericanos en la oficina de planificación de políticas del departamento.
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